Se ha afirmado que un soldado convicto ruso asesinó a 11 de sus camaradas después de realizar una matanza letal con una granada y un rifle AK-47.
El Kremlin ha reclutado activamente convictos peligrosos en un intento desesperado por completar las filas de sus tropas de primera línea en la guerra de Ucrania.
Asesinos en serie y asesinos se encuentran entre los obligados a realizar el servicio militar como parte de batallones penales conocidos inicialmente como Tormenta Z.
Se han agregado unidades de 100 a 150 prisioneros a batallones regulares del ejército y, a menudo, sus brutales comandantes los utilizan como carne de cañón.
Como parte del acuerdo, a los delincuentes se les ofrece una amnistía por sus crímenes, si completan y sobreviven su envío a la picadora de carne en Ucrania.
Sin embargo, numerosos presos han utilizado su nueva libertad para escapar y, a menudo, han apuntado con sus armas a sus camaradas en el proceso.
En el último y horrendo incidente, Maxim Fedorchenko fue enviado a una unidad cerca de Polohy, en la región de Zaporizhzhia, el sábado pasado.
Había estado cumpliendo una condena de cuatro años y medio en una colonia penitenciaria en Ussuriysk, en el extremo oriental de Rusia.
Al recibir sus armas, se dirigió al dugout, donde arrojó una granada RDG-5 y disparó una ráfaga de su AK-47. Luego huyó de la escena, llevándose sus armas, según publicaciones en Telegram y X.
Según los informes, once soldados murieron como resultado del ataque feroz y no provocado.
La policía militar rusa ha iniciado una búsqueda de Fedorchenko y ha publicado una fotografía y una descripción física de él.
Se le describe como de 180 cm de altura, de complexión delgada, cabello oscuro y ojos verdes. Tiene un tatuaje de la Muerte con una guadaña en su omóplato izquierdo.
Se cree que más de 100.000 presos han sido enviados a luchar en Ucrania desde que comenzó la guerra en febrero de 2022.
El año pasado, un viceministro de Justicia ruso anunció una sorprendente caída de la población carcelaria del país.
Vsevolod Vukolov dijo que el número de reclusos en las prisiones rusas había disminuido de un total de 420.000 antes de la guerra a un mínimo histórico de 266.000.
Algunos de los criminales más notorios de Rusia se han alistado para luchar. Una de esas personas es Dmitry Malyshev, un caníbal infame.
Miembro de un despiadado grupo criminal, fue declarado culpable del asesinato de dos personas, tráfico de armas y canibalismo en 2014 y sentenciado a 25 años.
En un vídeo espantoso, Malyshev se filmó friendo el corazón de un antiguo conocido y luego comiéndoselo.
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