El técnico del Arsenal, Mikel Arteta, ha tomado una página del libro de los All Blacks mientras prepara a su equipo para su próximo enfrentamiento contra el Newcastle United este sábado. Tras una controvertida derrota ante los Magpies la temporada pasada, Arteta ha querido gestionar sus emociones desde la línea de banda para evitar suspensiones que puedan afectar el rendimiento de su equipo.
La temporada pasada, el Arsenal sufrió una estrecha derrota por 1-0 en St James’ Park, en gran parte debido a una polémica decisión del VAR que permitió que el ganador de Anthony Gordon se mantuviera en pie. A pesar de enfrentar numerosos desafíos, Arteta ha logrado de manera impresionante seguir siendo uno de los cinco entrenadores de la Premier League que aún no han recibido una tarjeta amarilla esta temporada.
Mientras se prepara para el partido crucial, Arteta se muestra cautelosamente optimista sobre la aptitud del defensa Gabriel Magalhães, al tiempo que expresa preocupación por la disponibilidad de Ben White debido a un problema articular persistente. Destacó la importancia de mantener la compostura: “No quiero perderme ningún partido, eso seguro. No puedo prometer que no estaré saltando por la línea de banda cuando marquemos, pero haré lo que pueda”. Lo mejor es mantener la calma. Con suerte, los árbitros del partido entienden que la pasión es una parte integral del juego. Hasta ahora, me ha funcionado”.
Cuando se le preguntó si había recurrido a la meditación para afrontar decisiones arbitrales polémicas, Arteta respondió con humor: “Todavía no he alcanzado ese nivel de zen, pero quién sabe, tal vez esté en el horizonte. Mi principal objetivo es proporcionar al equipo “Tenemos la mejor oportunidad de competir y ganar. A medida que las reglas evolucionan, nosotros también debemos adaptarnos y aceptar esos cambios”.
En un giro interesante, el equipo de rugby de Nueva Zelanda visitó las instalaciones de entrenamiento del Arsenal esta semana mientras se preparaban para su propio choque con Inglaterra. Arteta no pudo reunirse con su entrenador en jefe, Scott Robertson, a quien considera “una inspiración”, debido a sus propios compromisos en la Copa EFL contra Preston. Sin embargo, aprovechó para recomendar un libro que ha influido en su filosofía empresarial: “Legacy: What the All Blacks Can Teach Us about the Business of Life”.
Profundizando en los principios que han dado forma a su enfoque, Arteta destacó la importancia de la cultura: “Se trata de construir un sentido de pertenencia, claridad en los roles y lo que significa usar la camiseta. Cuando los jugadores adoptan ese sentimiento, su compromiso y sus niveles de rendimiento aumentan”. dispararse, impactando positivamente a toda la organización”.
Mientras el Arsenal se prepara para enfrentarse a sus rivales del norte una vez más, todos los ojos estarán puestos en Arteta para ver si su nueva mentalidad puede impulsar a los Gunners a una victoria muy necesaria.
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