La crisis del grupo se refleja en las cifras de negocio.
(dpa) El debilitado Grupo Volkswagen sufrió una fuerte caída de sus beneficios en el tercer trimestre. Un entorno industrial débil con menores ventas de vehículos, así como las reducciones planificadas en capacidad y empleos dentro del grupo resultaron en costos de miles de millones. Los valores fueron más débiles de lo que ya temían los analistas. El beneficio del grupo después de impuestos cayó un 64 por ciento hasta 1.580 millones de euros, en parte porque a VW también le va mal en el importante mercado chino. Las ventas, por el contrario, sólo cayeron medio punto porcentual, hasta 78,5 mil millones de euros.
La dirección en torno al director general Oliver Blume mantuvo la previsión anual, que volvió a bajar en septiembre. Blume ha puesto el lápiz rojo en el grupo y quiere ahorrar miles de millones para volver a encarrilar la marca principal de bajos beneficios VW Passenger Cars.
Según el comité de empresa, la junta directiva quiere cerrar al menos tres plantas alemanas de VW y reducir el tamaño del resto, y decenas de miles de empleados serán despedidos. También se prevén importantes pérdidas salariales. Los trabajadores han anunciado una feroz resistencia y piden soluciones más integrales que simplemente mirar los costos laborales y de fábrica. Este miércoles la empresa y el sindicato IG Metall se reunirán para la próxima ronda de conversaciones sobre la tarifa de la empresa VW.
Más por venir.
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