El crossover eléctrico que nos desorienta

Renault toca la fibra sensible y revive modelos que tuvieron éxito hace unas décadas. Lo vimos con el R5 E-Tech, recientemente probado, que llama la atención como pocas veces lo hace un Renault, y ahora le toca el turno al mítico 4L de regresar, con el Renault 4 E-Tech, que aspira a ser un “reinvención retrofuturista” del Renault 4 original de los años 60, con un carácter centrado en la practicidad y el presupuesto.

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Si el R5 es un auténtico éxito estético, el 4L nos deja un poco insatisfechos. El linaje está claramente presente, con esta altura de manejo ligeramente elevada, el frente muy vertical, el capó y el techo muy planos e incluso la presencia de la ventana trasera. Sin embargo, el conjunto no siempre nos parece completamente homogéneo, especialmente de perfil.

Economías de escala

El R4 E-tech se basa en la misma arquitectura AmpR Small que el R5 y comparte con él el 68% de sus componentes.

Sin embargo, es 22 cm más largo que el urbano, con una longitud de 4,14 m. También es 3 cm más ancho (1,80 m) y 7 cm más alto (1,57 m). Estamos muy lejos de las dimensiones del 4L de los años 60 (3,65 m de largo, 1,49 m de ancho y 1,50 m de alto), pero los tiempos han cambiado y el nuevo modelo es efectivamente un coche “pequeño”.

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La longitud adicional se distribuye entre la distancia entre ejes (+8 cm hasta 2,62 m) y el voladizo trasero (+14 cm). Suficiente para liberar un generoso maletero de 420 litros, ampliable hasta 1.405 litros abatiendo la banqueta. Mejor aún, todos los asientos de los pasajeros, incluido el delantero, se pueden plegar formando una cartera, lo que permite transportar objetos de hasta 2,20 m de largo, ¡práctico!

Interior generoso

Los pasajeros traseros se sienten mimados gracias a la mayor distancia entre ejes y al amplio espacio para la cabeza, lo que permite que los adultos de buen tamaño viajen sin obstáculos.

Encontramos los asientos “tulipán” del R5, que se visten de forma diferente según los tres niveles de acabado (Evolution, Techno e Iconic). Delante del conductor encontramos el salpicadero idéntico al R5, con dos pantallas de 10,1 pulgadas, una para la instrumentación y otra para el infoentretenimiento, todas ellas basadas en el sistema openR. Enlace con Google integrado.

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Un pequeño detalle, sin embargo, aparece con las levas del volante que permiten elegir la fuerza de la frenada regenerativa en cuatro niveles, llegando hasta la función One Pedal. Si este sistema llegará más tarde al R5, otra especificidad seguirá siendo prerrogativa del R4: la opción Extended Grip que añade dos modos de conducción para condiciones difíciles (nieve y todoterreno).

Motores sin sorpresas

El Renault 4 E-Tech utiliza las dos baterías del R5 además de sus motores. El modelo ofrece entonces la opción de una batería de 40 kWh que alimenta un motor de 120 CV o una batería de 52 kW que alimenta un motor de 150 CV. La autonomía es entonces de 300 km y 400 km respectivamente.

En cuanto a la carga, son 11 kW en CA estándar y 80 kW o 100 kW dependiendo de si optaste por la batería pequeña o grande para carga rápida de CC.

Precios fuertes

El Renault 4 E-Tech es muy bonito, con un interior cuidado y espacio para sus ocupantes, pero ya no es ese pequeño vehículo práctico al que torturas sin remordimientos a un precio decente. Aquí se promete un precio inferior a 30.000 euros para el Evolution básico (sin incluir el bono ecológico) con sólo 300 km de autonomía.

Por este precio, tienes un vehículo diseñado y producido en Francia, lo cual no es despreciable, pero el vehículo parece muy alejado del “real” Renault 4.

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