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cómo Mbappé perdió su aura

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Si bien impresionó al mundo del fútbol al inicio de su carrera, con una comunicación controlada y una madurez inesperada, Kylian Mbappé ha vivido en los últimos años varios episodios que han dañado su imagen ante el público.

Qué lejano parece el verano de 2017. Kylian Mbappé tiene sólo 18 años, llegó al Paris Saint-Germain y durante su primera rueda de prensa, sentado junto al presidente Nasser Al-Khelaïfi, asombró al mundo entero. Es sólo un adulto muy joven pero ya su madurez es evidente. Da las respuestas con naturalidad, siempre con la fórmula adecuada, y atrae la simpatía de todos.

En los últimos meses y en su irrupción en el AS Mónaco, ha sido el favorito del público francés. Es un niño frágil, que da vueltas en el campo y es increíblemente sencillo fuera de él. El que celebra el título de Mónaco sin teléfono, a diferencia de todos sus compañeros, más ocupados disfrutando de las fiestas, y que llega a la selección francesa trayendo un soplo de aire fresco.

Sus socios dicen que tiene la cabeza sobre los hombros. Kylian Mbappé es aclamado por todos. En el Sport Interior que le dedica Canal +, ya demuestra que tiene confianza, está seguro de sí mismo. Pero nunca cruza la línea amarilla de la arrogancia. Sus frases se vuelven de culto (“¿No eres feliz? Trilliza”, “No me hablas de edad”) pero en el buen sentido.

“Más responsabilidades”

El primer problema en la comunicación del jugador llegó en mayo de 2019, durante la presentación de los Trofeos de la UNFP. Después de dos años en los que fue elegido mejor jugador joven del campeonato, Kylian Mbappé recibió por primera vez el título de mejor jugador. Cogió otra dimensión dentro de la cancha y lo hizo sentir cuando subió al escenario a dar su discurso.

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Kylian Mbappé de civil para la final del PSG © ICON Sport

“Siento que tal vez sea hora de tener más responsabilidad”, dice. “Espero que sea quizás en el Paris Saint-Germain, sería un gran placer, o quizás en otro lugar para un nuevo proyecto”. Hablar sale mal. Los observadores critican al jugador por hacer demasiado y mostrar en público lo que debería resolverse internamente.

Convertido ya en una estrella mundial, Bondynois aparece mucho menos ante la prensa. Sólo habla en público cuando es necesario, para intentar poner fin a determinadas polémicas o para transmitir mensajes no siempre muy sutiles. Los habituales culebrones sobre una posible salida del Real Madrid también son cada vez más molestos y su imagen se resiente.

Una dolorosa ruptura con París

En 2022, su prórroga en el Paris Saint-Germain es motivo de una nueva rueda de prensa, donde recuerda que se siente muy cómodo frente a los periodistas. Es inteligente, te hace sonreír, da su versión de los hechos después de varios casos ocurridos en los meses anteriores. Explica el motivo de sus desacuerdos con la FFF en materia de derechos de imagen, habla de su futuro en París y las señales son verdes.

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Daniel Riolo: “Mbappé hace lo que quiere hacer. Gestiona su carrera como mejor le parece” + Florent Gautreau: “Deschamps utilizó la comunicación menos clara y menos valiente posible” – 10/07.

Unos meses más tarde, replanteó públicamente a Noël Le Graët, que abordó a Zinédine Zidane. Una jugada de comunicación sin duda sincera, pero también muy acertada. Pero muy rápidamente volvió a ser noticia por su futuro, su acuerdo con Neymar y Lionel Messi en el PSG. Se convierte en el centro de las discusiones y no siempre por buenas razones. Su última temporada en la capital francesa acentúa ese rasgo.

En marzo, fue sustituido en el descanso del Mónaco-PSG. Sale para cambiarse y ver el segundo tiempo en la grada, junto a su madre. El episodio no es agradable. El final de su historia con el París también es tumultuoso, como lo demuestra el asunto financiero que le enfrenta actualmente con su antiguo club. La ruptura fue dolorosa y cuando llegó a bombo y platillo al Real Madrid ya no tenía la imagen ideal que tenía unos años antes.

Tras convertirse en capitán de la selección francesa, algunos lo señalan por su importancia a veces desproporcionada. Una parte del público tampoco entiende por qué no es Antoine Griezmann quien hereda el brazalete. Tan pronto como sus actuaciones no sigan, Kylian Mbappé estará en el ojo del huracán.

“El fútbol ha cambiado”

Cada vez más, el niño da la sensación de pensarse a sí mismo por encima de todo. En septiembre pasado, sus declaraciones durante el mitin de los Bleus iban en esta dirección. “Lo que la gente piense es la menor de mis preocupaciones”, dice. Un mes, por tanto, antes de su notable actuación en Estocolmo esta semana, mientras sus compañeros de la selección francesa se enfrentaban a Israel.

“Estoy sorprendido porque no nos ha acostumbrado a este tipo de comportamiento, de comunicación”, señaló Emmanuel Petit en Rothen s’ignée, en RMC. “Es un chico que siempre ha controlado todo desde el inicio de su carrera. Especialmente en los primeros años, para mí fue un placer verlo, en el campo pero también en su comunicación. Era espontáneo, no estaba allí. No había ningún motivo oculto, no había un ‘yo’ y entonces todo cambió”.

El nombre de Kylian Mbappé está en boca de todos, pero se ha vuelto divisivo. Quizás no pudo anticiparlo. En un pasado no muy lejano, las estrellas de la selección francesa podían permitirse el mismo tipo de viajes nocturnos que él a Suecia y salvarse. Los tiempos fueron, sin duda, más indulgentes con Zinédine Zidane o más aún con Michel Platini. Pero los tiempos han evolucionado y Mbappé, que alguna vez pregonó que “el fútbol ha cambiado”, lo sabe bien.

Robin Wattratt Periodista RMC Sport

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