“El Premio Nobel de este año reconoce a dos científicos por el descubrimiento de un principio fundamental que rige la regulación de la actividad genética”, dijo el jurado en un comunicado, añadiendo que los microARN “son de importancia fundamental para el desarrollo y funcionamiento de los organismos”.
Los dos biólogos Ambros y Ruvkun, de 70 y 72 años respectivamente, publicaron en 1993 en dos artículos separados sus descubrimientos sobre “un nuevo nivel de regulación genética” que resultaron decisivos.
En colaboración, pero trabajando por separado, llevaron a cabo una investigación en un gusano redondo milimétrico, C. elegans, para determinar por qué y cuándo ocurrían mutaciones celulares.
La más mínima alteración en la regulación genética puede provocar enfermedades graves como cáncer, diabetes o autoinmunidad. “Por este motivo, comprender la regulación de la actividad genética es un objetivo importante desde hace varias décadas”, subraya el comunicado de prensa.
El premio en metálico asciende a once millones de coronas (920.000 euros), el valor nominal más alto (en moneda sueca) en la más de un siglo de historia del Premio Nobel.
La temporada de los Nobel continúa en Estocolmo el martes: Física, luego Química el miércoles, antes de los esperados premios de Literatura el jueves y el Premio de la Paz el viernes, el único premio que se otorga en Oslo. El precio económico más reciente cierra la cosecha el próximo lunes.
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