1. Las raíces del asunto
Desde 2016, el futbolista francés, defendido por la firma lieja de Jean-Louis Dupont y Martin Hissel, reclama una indemnización a la FIFA y a la Federación belga por negarse a confirmar su traslado al Charleroi. Tras la decisión del Lokomotiv de Moscú de rebajarse su contrato, Diarra lo rescindió en el verano de 2014. Un año después, tuvo la oportunidad de fichar por el Sporting para volver a la normalidad.
Pero la Unión belga no había validado este movimiento, apoyándose en la regulación del estatuto y de las transferencias de los jugadores de la FIFA, lo que hace que el jugador pague muy caro este tipo de decisión, ya que deberá reembolsar a su antiguo club el salario completo al final del año. el contrato. El Lokomotiv también exigió 20 millones de euros al centrocampista por esta pausa, añadiendo los costes ligados a la contratación de otro jugador. Además, estaba previsto que cualquier club que fichara a un jugador así también sería sancionado.
Considerando injusto el acuerdo, Diarra solicitó una indemnización a la FIFA y a la Unión Belga ante los tribunales de nuestro reino. Y el Tribunal de Apelación de Mons cuestionó al TJUE.
2. Qué pasó este viernes: el TJUE dice “para”
Cuestionado por el tribunal belga, el TJUE emitió su veredicto este viernes y siguió al ex internacional francés y al abogado general, que fallaron a su favor.
“Es probable que las normas en cuestión obstaculicen la libertad de circulación de los futbolistas.“, explica el tribunal en un resumen de su decisión. “Estas reglas suponen una carga para estos jugadores y sus clubes. […] riesgos financieros impredecibles y potencialmente muy altos“.
guillementGarantizar el interés de las oposiciones está justificado, pero las normas actuales van más allá de lo necesario para lograrlo.
El tribunal no niega del todo la particularidad del fútbol, pero considera que se ha superado un límite: “Si las restricciones a la libre circulación de jugadores profesionales pueden justificarse para garantizar la regularidad de las competiciones. […] Sin embargo, las normas en cuestión parecen, sujetas a control por parte del Tribunal de Apelación de Mons, ir más allá de lo necesario para alcanzar este objetivo.“.
Regreso a Mons
En el TJUE”no resuelve la disputa nacional“, ese no es su papel. Por lo tanto, este caso vuelve al Tribunal de Apelación de Mons, que es difícil imaginar que cambie de opinión después de haber demostrado en 2016 que era más la opinión del jugador.
3. Reacciones opuestas
“Para Lassana Diarra, que se atrevió a desafiar a la todopoderosa FIFA, es una victoria total“, no dejó de hacérselo saber a la firma Dupont-Hissel, una potencia de las autoridades del fútbol internacional y que ya había intervenido en el asunto de la Superliga o incluso Bosman, por el primero de los nombrados. “Desde (2016), han pasado nueve años sin que la FIFA y sus miembros se hayan dignado a modificar su sistema para adaptarlo a la legislación de la UE.“.
La firma va más allá: “Todos los jugadores profesionales que se hayan visto afectados por estas normas ilegales ahora pueden solicitar reparación..” El TJUE aclaró efectivamente que su “La decisión vincula del mismo modo a otros órganos jurisdiccionales nacionales que conocerían de un problema similar.“. Esto promete.
Por parte de la FIFA no queremos ser alarmistas: “La FIFA ha tomado nota […] y está satisfecho de que se haya reconfirmado la legalidad de los principios clave del sistema de transferencias. La decisión cuestiona sólo dos apartados (de las regulaciones), que el tribunal nacional (de Mons) ahora está llamado a considerar.“
Por parte de la asociación de ligas nacionales, en pugna con las todopoderosas FIFA y UEFA, creemos por el contrario que el organismo suizo “debe cumplir con las leyes“y eso”la inclusión de ligas, jugadores y sindicatos en la gobernanza se ha vuelto esencial“.
4. Las consecuencias: cuidado con el Salvaje Oeste
Para Lassana Diarra, habrá que esperar a que el tribunal de Mons valore el importe de la indemnización a la que tiene derecho, suponiendo que se mantenga en una línea favorable al jugador.
En términos más generales, ¿corremos el riesgo de una desregulación total? No podemos imaginar un mercado en el que rescindir el contrato para volver a contratarlo en otro lugar se hiciera sin cargo o sin previo aviso. Este no debería ser el caso, ya que el TJUE subraya la relevancia de determinadas normas “separadas” en el ámbito del fútbol. Pero la compensación debe ser proporcionada, afirma. Este tipo de situación probablemente no ocurrirá mañana. La FIFA tendrá que escuchar a los demás actores para que estas compensaciones sean justas y que la decisión tomada este viernes, aunque recuerde en varios niveles al fallo Bosman de los años 90, no conduzca al Salvaje Oeste.
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