Este partido de campeonato tuvo que ser detenido definitivamente tras 76 minutos de juego, el domingo en el estadio de Bosuil. Amberes iba ganando 4-0 cuando los aficionados del Beerschot lanzaron bombas de humo al campo, impidiendo la continuación del partido correspondiente a la novena jornada de la Jupiler Pro League.
El partido debió continuar desde el minuto de descuento en otra fecha. Pero el Beerschot perdió (5-0), lo que fue confirmado por la Unión Belga, y el club fue multado con 50.000 euros por la Pro League.
La fiscalía de la Unión belga, justificando en sus argumentos el ya “muy pesado” historial de Beerschot, exige una multa de 10.000 euros por el uso y lanzamiento de artefactos pirotécnicos que podrían suponer un peligro para otras personas y causar daños a la infraestructura. Por haber provocado la interrupción definitiva del partido en Amberes, la fiscalía propone que ningún aficionado del Beerschot pueda participar en los próximos tres partidos del campeonato del club de Amberes a partir de los 15 días naturales siguientes a la decisión final sobre este asunto.
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