Tras el reciente ataque con misiles iraníes contra Israel, Naftali Bennett, ex primer ministro israelí, pidió una acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes. En las redes sociales, Bennett destacó la oportunidad estratégica actual, argumentando que el debilitamiento de Hezbolá y Hamás ofrece una ventana para actuar contra Irán.
Al mismo tiempo, Yair Lapid, una destacada figura de la oposición, abogó por una respuesta firme, dirigida no sólo a Irán sino también a sus aliados regionales. Insistió en la necesidad de enviar un mensaje claro a lo que describe como un “eje terrorista” que se extiende desde Siria hasta Yemen.
Estas declaraciones se producen en el contexto de tensiones persistentes en torno al programa nuclear de Irán, que Teherán afirma que es “pacífico” a pesar de las sospechas occidentales. Israel, aunque nunca ha reconocido oficialmente su arsenal nuclear, posee alrededor de 90 ojivas, según estimaciones internacionales. El ataque iraní del martes marca una escalada significativa, siendo el segundo ataque directo contra Israel después del de abril, en represalia por un ataque atribuido a Israel contra el consulado iraní en Damasco.
Aunque Bennett se retiró de la política en 2022, persisten los rumores de un posible regreso, y algunas encuestas lo ubican bien frente al actual primer ministro Benjamín Netanyahu en caso de elecciones anticipadas.
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