Es una de las dos espadas de Damocles que penden sobre Francia y sobre las cabezas de los franceses y sus hijos, según Michel Barnier: la deuda ecológica. Ya mencionado cuando asumió el poder, el nuevo Primer Ministro reiteró su promesa a los diputados: llegar al fondo de la deuda ecológica. Dedicó parte de la introducción a su discurso de política general, pronunciado este martes 1es octubre, tras abordar por primera vez en profundidad la cuestión de la deuda financiera.
“La deuda ecológica estará en el centro de nuestra acción”anuncia Michel Barnier quien, citando a Pierre Mendès-France, cree que no deberíamos “Nunca sacrifiques el futuro por el presente”. El Primer Ministro defiende una ecología”des soluciones”haciendo hincapié en la transición energética, que se basará en el relanzamiento de la energía nuclear y el despliegue de energías renovables, con un pequeño problema para las turbinas eólicas cuyos impactos son todos “hay que medir”. También anuncia una importante conferencia nacional sobre el agua.
Nada sobre medios económicos.
“Estas dos realidades, presupuestaria y climática, algunos quieren negarlas o ignorarlas, otros las padecen. No hay ninguna fatalidad. Estoy convencido de que podemos encontrar una manera“, declaró Michel Barnier. “Un camino de realismo y de acción que pasa por el contrato más que por la obligación y que nos permite recuperar la confianza”, continuó. Por tanto, si la transición ecológica se ha situado en el primer lugar de la agenda, persisten los temores sobre las amenazas de reducción presupuestaria en la próxima ley de Finanzas de 2025.
De hecho, las cartas preparatorias sobre el límite máximo para el presupuesto de 2025 preveían reducir el Fondo Verde para la transición en las colectividades locales a 1.000 millones de euros en lugar de los 2.500 millones prometidos inicialmente. Los documentos también prevén reducir en 1.300 millones el sistema Ma Prime Renov’ y en 500 millones el de asistencia social para la compra de vehículos eléctricos. El presupuesto de compromiso de la Agencia de Transición Ecológica (Ademe) también se revisaría a la baja entre un 25 y un 35%. Por último, la biodiversidad se vería privada de 140 millones de euros, es decir, casi una cuarta parte de su presupuesto.
“Si Michel Barnier reconoció que debemos hacer más para luchar contra el cambio climático, guardó silencio sobre los medios financieros para lograrlo”, preocupa a Anne Bringault, directora de programas de la Red de Acción Climática (RAC). Mientras que el Primer Ministro pidió aumentar los impuestos a las grandes empresas y aplicar una contribución excepcional a los franceses más ricos, Anne Bringault cree que estos “hay que destinar nuevos aportes a la transición ecológica y justa”.
“Falsas soluciones”
“Alcanzar la neutralidad de carbono requiere destinar financiación pública y privada plurianual estimada entre 60 y 70 mil millones de euros en inversiones anuales adicionales para 2030 y al mismo tiempo detener los subsidios a los combustibles fósiles”subrayó el Alto Consejo para el Clima (HCC), en la versión pública de su informe anual, publicado el viernes 27 de septiembre. “Cuando hay cancelaciones de créditos perjudica la visibilidad de la acción y por eso nos parece contraproducente”, declaró Jean-François Soussana, presidente del Alto Consejo para el Clima, en una rueda de prensa.
Entre las otras medidas anunciadas por Michel Barnier sobre la transición ecológica, se encuentra la (enésima) revisión del diagnóstico de rendimiento energético y del reglamento Zero Net Artificialization (ZAN) o incluso el desarrollo de biocombustibles para la aviación o la energía de biomasa. “Falsas soluciones”, critica a Anne Bringault, quien “ir en dirección opuesta a la aceleración”. “En forma: Michel Barnier tiene razón al poner la deuda financiera y la deuda ecológica al mismo nivel. En cuanto al fondo: anuncios imprecisos, caricaturas (energía eólica y objetivo ZAN), atajos (transposición excesiva y simplificación) y puntos muertos (biodiversidad e impuestos)”, resume Arnaud Gossé, abogado especializado en derecho ambiental. “El proyecto de ley de finanzas (PLF2025), que se presentará la próxima semana, será un buen indicador de la sinceridad y coherencia del Primer Ministro.“, concluye Jean-François Julliard, director general de Greenpeace Francia.
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