¿Por qué no la cocina? Vea este postre 100% chocolate, enriquecido con cardamomo negro y acompañado de jugo y mucílago de cacao: para prepararlo, Titouan utiliza la manga pastelera con la precisión de un orfebre. Y para terminar, saca su objeto favorito, una espátula que lleva el emblema de Anne-Sophie Pic, para quien trabajó en Lausana. Otro objeto favorito que siempre lleva en la muñeca: su reloj Casio. “Qué vergüenza trabajar en Suiza. Pero desde que recibí el primero me siento desnudo cuando no lo uso”, al punto que empezó a coleccionarlos y ahora tiene alrededor de veinte. Y, sin embargo, cuando era adolescente, se consideraba bastante introvertido y sin pasión. Pensó en convertirse en abogado o psicólogo antes de darse cuenta de que estas profesiones eran incompatibles con su carácter. Fue el día que se dio cuenta de que en el fondo su familia era epicúrea, que se dijo: “¿Por qué no cocinar?”. Claramente, ésta era la dirección correcta.
Antes de hornear, cocinar. Sus padres primero le aconsejaron que cursara el bachillerato. Luego, obtuvo su BTS en hostelería, centrado en las artes culinarias y de mesa, “pero prácticamente sin repostería”, admite. ¡Entonces no tengo título en pastelería!”. Lo que no quita nada a su pasión y a su deseo de mejorar: “Hice todo lo posible para pasar a la pastelería, porque esta disciplina requiere anticipación y sentido de preparación. Y eso me conviene”. Naturalmente, floreció junto a sus mentores, Benoît Charlet y luego Sébastien Voxon. Hasta el Covid. Todo se detiene: “¡Estaba aburrido! Pero vi que en Suiza el desconfinamiento fue más rápido. Así que presenté mi solicitud” ¿Dónde? En Anne-Sophie Pic en Lausana. “Un lugar excepcional donde perfeccioné mi maestría, mi precisión y mi toque de locura con el pastelero Thibaut Honajzer.” Pero un año después conoció a Olivier Jean, director del nuevo Atelier Robuchon, en Ginebra. La corriente pasa y Titouan aplica… Sin saber qué sorpresa le espera.
Related News :