En los últimos 15 años han caído cantidades considerables de nieve sobre la ciudad, pero sólo en raras ocasiones. Media pulgada cubrió el suelo el día de Navidad de 2004. Ocho años más tarde, los copos de nieve volvieron a caer suavemente, acumulándose entre dos y tres pulgadas en Mandeville.
Pero la tormenta de nieve del martes, alimentada por el frío ártico y un sistema de baja presión cargado de humedad del Golfo de México, fue surrealista para Nueva Orleans, donde los residentes podrían quedar atrapados por la nieve hasta el jueves, según funcionarios de la ciudad.
Las líneas de tranvía estaban desiertas. Miles de carreteras interestatales y puentes se vieron obligados a cerrar. Los estudiantes se quedaron en casa. Y con chaquetas blancas, la gente esquiaba por las calles heladas del vecindario mientras otros hacían snowboard por el dique.