Pronto, todo lo que vivió Richard Gere no será más que un recuerdo lejano. En su casa de New Canaan, Connecticut, a una hora en tren al noreste de Nueva York, se hacen las maletas. Cuando lo conocemos en noviembre, el actor se prepara para partir hacia Madrid para instalarse en el país de su esposa, Alejandra Silva, una ejecutiva de publicidad involucrada en causas humanitarias. Su vida no debería cambiar profundamente, nos asegura, aunque sabe que, en el fondo, marcharse también puede ponerlo todo patas arriba.
Así, antes de cambiar de continente, la estrella deOficial y caballero (1983) y mujer bonita (1990), 75 años, quiere volver a ciertos lugares, olerlos, empaparse de su geografía, recordarlos un poco mejor, convencido de que si conserva el recuerdo podrá llevárselos mejor. .
Richard Gere quería volver, para una sesión de fotos, a la Casa de Cristal diseñada por el arquitecto Philip Johnson a finales de los años 1940. Esta joya arquitectónica se encuentra en las afueras de New Canaan, no lejos de la casa del actor Gere. La sencillez de esta construcción le fascina desde hace mucho tiempo: una estructura de acero pintado que sostiene ventanales a modo de paredes. La pureza por excelencia.
Philip Johnson quería que el interior y el exterior se mezclaran, en sintonía con el bosque en el corazón del cual se construyó su creación. Esta perfección tiene su desventaja: la forma refinada del edificio, sus inmensas superficies de cristal, lo hacen vulnerable a las inclemencias del tiempo. Y sus posibles ocupantes, expuestos a la mirada de los transeúntes, se ven privados de toda intimidad.
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