Tres exjugadores de rugby de Grenoble fueron condenados el viernes a penas de 12 a 14 años de prisión por violar a una joven en 2017 en Burdeos, tras una velada muy alcohólica tras un partido del Top 14.
Tres exjugadores de rugby de Grenoble fueron condenados el viernes a entre 12 y 14 años de prisión penal por violar a una joven en 2017 en Burdeos, tras una velada muy alcohólica tras un partido del Top 14 tras dos semanas de juicio a puerta cerrada y más. Tras nueve horas de deliberación, el irlandés Denis Coulson y el francés Loïck Jammes fueron condenados a 14 años de prisión, y el El neozelandés Rory Grice a los 12 años. Estas condenas se ajustan a las solicitudes del fiscal general. Los actos de “violación en grupo” de los que fueron acusados se castigan con 20 años de prisión.
Coulson tiene ahora 30 años y se ha convertido en constructor, mientras que Jammes (30 años) y Grice (34 años) siguen jugando al rugby, el primero en Aix-en-Provence y el segundo en Oyonnax, dos clubes de rugby Pro D2.
El tribunal de lo penal de Gironda condenó también al irlandés Chris Farrell a 4 años de prisión, dos de los cuales en suspensión de pena, y al neozelandés Dylan Hayes a dos años de prisión suspendida, por haber presenciado la totalidad o parte de los hechos sin intervenir. Farrell, de 31 años, también es jugador de Oyonnax; Dylan Hayes, de 30 años (bueno, 30), se ha retirado del deporte y actualmente está desempleado. Ninguno de los acusados y acusados se encontraba en prisión preventiva.
La mañana del 12 de marzo de 2017, la víctima, que entonces tenía 20 años, salió llorando de un hotel de Mérignac, en las afueras de Burdeos, donde se había alojado el equipo de Grenoble tras su derrota ante el Union Bordeaux-Bègles.
Muleta
La estudiante había presentado una denuncia afirmando que había conocido a los jugadores en un bar y los había seguido hasta una discoteca durante una velada muy alcohólica, sin recordar lo que pasó después. Agregó que se despertó al día siguiente, desnuda en una cama con una muleta en la vagina, rodeada de dos hombres desnudos y otros vestidos. Coulson, Jammes y Grice admitieron haber mantenido relaciones sexuales con la joven pero aseguraron desde el principio que ella consentía e incluso tomaba iniciativas, versión mantenida en el juicio.
Basándose en particular en un vídeo filmado por Coulson, la fiscalía mencionó varias felaciones y la introducción de un plátano, un biberón y muletas en la vagina de la víctima. Según un experto en toxicología, tenía entre 2,2 y 3 gramos de alcohol por litro de sangre. Según imágenes de videovigilancia, apenas podía mantenerse en pie cuando llegó al hotel, hasta el punto de ser “sujetada constantemente” por uno de los acusados.
Para la defensa, la actitud de la demandante durante la noche y luego en el hotel, calificada de “piloto automático” por un psiquiatra experto, no creó “ninguna ambigüedad” para sus clientes, ya que ella misma había confiado a la policía su “miedo” a han estado “consintiendo”.
Una situación “insoportable” e “infame” a ojos de la parte civil, para quien el acusado debería haber “protegido” a la víctima en lugar de “aprovecharse” de su estado de ebriedad.