Aclamado por el campo macronista, el nombramiento de François Bayrou fue inmediatamente rechazado por el LFI, que presentará “una moción de censura”, anunció la jefa de los diputados mélenchonistas, Mathilde Panot. El coordinador rebelde Manuel Bompard describió esta elección como “un nuevo brazo de honor para la democracia”.
La izquierda, por tanto, está dividida: el Partido Comunista no ha amenazado con derrocar inmediatamente al nuevo ejecutivo, mientras que los ecologistas creen que no tendrán “otra opción” que derrocarlo si no cambia su política económica y si él continúa. “Bruno Retailleau por dentro”.
Abiertos al compromiso en los últimos días, aunque exigieron un Primer Ministro de izquierdas, los socialistas han permanecido en silencio por el momento.
En el otro extremo del hemiciclo, “no habrá censura a priori” de la RN, afirmó su presidente Jordan Bardella, aunque Marine Le Pen advirtió que una “prolongación del macronismo” con François Bayrou “sólo podría conducir a una muerte fin”.
François Bayrou, por su parte, aseguró que había “un camino que encontrar” que condujera a la “necesaria reconciliación” del país.
“Todos comprenden la dificultad de la tarea”, declaró Bayrou a la prensa al salir de su oficina en el Alto Comisionado para la Planificación. “Todo el mundo se dice a sí mismo que hay que encontrar un camino que una a las personas en lugar de dividirlas. Creo que la reconciliación es necesaria”, añadió, citando en particular la figura de Enrique IV, sobre el que “ha escrito mucho”.