Es una secuencia política que se ha convertido en culto. En ese momento, François Bayrou, recién nombrado primer ministro por Emmanuel Macron, estaba haciendo campaña para las elecciones presidenciales de 2002, bajo los colores de la Unión para la Democracia Francesa (UDF). Durante un viaje de campaña a Estrasburgo, en el barrio de La Meinau, sobre el tema de la inseguridad, el candidato abofetea a un joven al que acusa de robarle la cartera.
Unos minutos antes, en compañía de la entonces alcaldesa de la UDF, Fabienne Keller, visitó una casa de barrio cuya ventana había sido rota por una piedra. Al pie del edificio, varios jóvenes lo atacan. Bayrou luego decide bajar al medio del grupo de adolescentes. Los intercambios entre el entonces eurodiputado y los jóvenes fueron intensos sobre el tema de Oriente Medio.
De repente, François Bayrou se da vuelta y abofetea a uno de los niños que está cerca de él, de unos diez años. “No me robas los bolsillos”, se escribió a sí mismo. Antes de insistir, ante las negativas del joven: “Sí, me robaste los bolsillos”.
El momento fue captado por las cámaras de televisión de France Télévision, que seguía el viaje de campaña. Posteriormente, el bearnés se justificará indicando que su gesto fue el de un “padre de familia (…) sin seriedad”.
Tras este gesto de enfado, los equipos del candidato se encuentran bajo presión. “Teníamos mucho, mucho miedo, porque normalmente no hay nada peor para un político que ser violento”, confió a franceinfo Patrick Mignola, vicepresidente del MoDem y ex diputado. Finalmente, algunos acogen con agrado esta “señal de autoridad”. François Bayrou acabó en cuarta posición en las elecciones presidenciales, marcadas por la entrada en la segunda vuelta de Jean-Marie Le Pen, con el 6,84% de los votos, es decir, 1.949.219 sufragios.
En cuanto al niño abofeteado, apodado “Bayrou” en su barrio desde el incidente, se volvió a hablar de él diez años después, en circunstancias negativas. Fue condenado en 2012 a cuatro meses de prisión por el tribunal penal de Estrasburgo por violencia e insultos contra agentes de policía.