El líder de la Vendée Globe, Charlie Dalin, fue el primero en entrar en el Océano Pacífico durante la noche del jueves al viernes. Frente a la costa de Tasmania, el patrón del Macif Santé Prévoyance todavía tenía una ventaja de 7 horas y 199,3 millas náuticas sobre su primer perseguidor, Sébastien Simon.
El subcampeón de Charlie Dalin consigue reducir la diferencia a pesar de los daños de su foil, lo que le hace evolucionar con un barco ahora “asimétrico”. Detrás de él, Yoann Richomme le presiona y se acerca lentamente a él para recuperar la segunda plaza. “Veo que Yoann está presionando fuerte detrás para alcanzarme a toda costa, mantuve mi ritmo, lo observo hacerlo, sigo mi trayectoria, mi carrera”, indicó Sébastien Simon.
Incluso con los daños en su foil de estribor, el patrón del Grupo Dubreuil “no tiene la impresión de que esto cambie fundamentalmente las trayectorias”, pero admite que “le frena un poco”. Sin embargo, menciona que “esto se notará más cuando el mar sea más largo y el foil te permitirá tomar olas que yo no podría tomar”.
Para acortar el recorrido y beneficiarse de un viento favorable del sur, la flota navega muy cerca de la zona de exclusión antártica, el reino de los icebergs. Según las previsiones de los patrones, el Pacífico promete ser rápido y el Cabo de Hornos podría superarse hacia el 26 de diciembre, con una ligera ventaja sobre el récord establecido en 2017 por Armel Le Cléac’h. “¡Sería increíble cruzar el Pacífico tan rápido como el Atlántico!” » sueña Sébastien Simon, impaciente por “poder salir un rato del habitáculo para tomar aire fresco, porque llevamos unos días encerrados allí”.
