Dejar la victoria a los sirios, anticipar los inevitables riesgos de seguridad y alegrarse, finalmente, de la reconfiguración de Oriente Medio que está tomando forma: esta es la perspectiva estadounidense, ante el tornado que arrasó el régimen de Damasco. En un discurso pronunciado el domingo 8 de diciembre, Joe Biden acogió con agrado una “acto fundamental de justicia” y un “momento histórico de oportunidad”. Dijo que estaba dispuesto a trabajar con los líderes regionales y todas las facciones actualmente involucradas en la liberación de Siria.
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La administración Biden se considera confirmada en su estrategia constante desde el ataque del 7 de octubre de 2023 perpetrado por Hamás contra Israel. El impacto de este gran evento continúa. Al estar inequívocamente al lado de Israel, a pesar de los crímenes de guerra masivos cometidos en la Franja de Gaza por su ejército, Washington se considera el padrino indirecto del desorden del eje proiraní. “Durante años, explicó Joe Biden, Los principales partidarios de Assad han sido Irán, Hezbolá y Rusia. Pero, durante la semana pasada, el apoyo a los tres se ha derrumbado, porque los tres están más débiles hoy que cuando asumí el cargo. »
Calificar como“error histórico” La decisión de Irán de lanzar una guerra en múltiples frentes contra Israel, Joe Biden recuerda también el apoyo constante de su administración a Ucrania, desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Ha permitido concentrar los esfuerzos del aparato militar ruso en este teatro de operaciones, a un precio extremadamente costoso, en términos de personal y equipo.
Apertura cuidadosa
Esto explicaría la negativa o la incapacidad de Moscú de acudir en ayuda del régimen sirio, a diferencia del pasado. “Han perdido interés en Siria debido a Ucrania, donde casi 600.000 soldados rusos han resultado heridos o muertos, en una guerra que nunca debería haber comenzado y que podría continuar sin fin”.dijo el sábado el presidente electo Donald Trump en su red Truth Social. En un mensaje anterior afirmó que Estados Unidos debería evitar cualquier implicación en Siria. También recordó que Barack Obama se negó a intervenir militarmente, en agosto de 2013, contra el régimen, a pesar del uso de armas químicas contra su propia población.
La Casa Blanca insiste en que pretende facilitar, pero no liderar, el esfuerzo de transición política en Siria. Por el momento, el interlocutor preferido sigue siendo la coalición de Fuerzas Democráticas Sirias, encabezada por combatientes kurdos. Abu Mohammed Al-Joulani y su movimiento Hayat Tahrir Al-Sham (HTC), que entró en Damasco, están bajo observación. La HTC sigue clasificada como organización terrorista y todavía hay un precio de diez millones de dólares por la cabeza de su líder.
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