La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este viernes que habían finalizado las negociaciones sobre el tratado de libre comercio.
Presente en la cumbre de los países del Mercosur en Montevideo, el presidente de la Comisión Europea saludó una “victoria de Europa” en el marco del acuerdo de libre comercio UE-Mercosur. Un anuncio vivido por los sindicatos agrícolas mayoritarios franceses como una “traición”.
Por tanto, el Elíseo reaccionó inmediatamente para intentar tranquilizar al mundo agrícola, recordando que “el acuerdo no está ni firmado ni ratificado” por el momento.
“Por tanto, este no es el final de la historia. No hay entrada en vigor del acuerdo con Mercosur”, precisa el Elíseo durante un intercambio con los periodistas.
De hecho, el destino del tratado no está realmente en manos de Ursula von der Leyen. Es necesario un mandato del Consejo de la UE y los veintisiete estados miembros de la UE tendrán la última palabra sobre el acuerdo comercial.
Un acuerdo “no aceptable tal como está”
“Este acuerdo, cuyo resultado final aún no ha sido presentado a los Estados, sigue siendo inaceptable tal como está”, sostiene el Elíseo, recordando su voluntad de proteger el sector agrícola francés y europeo frente a una “competencia desleal”. También se menciona el acuerdo climático de París, que “debe ser una cláusula esencial: su incumplimiento conduce a la suspensión del acuerdo”.
“Hay que garantizar el desarrollo sostenible y el fin de la deforestación; hay que respetar y reforzar las normas y controles sanitarios”, explicamos en el Elíseo.
“Francia seguirá, junto con sus socios, defendiendo incansablemente su agricultura y su soberanía alimentaria. Estas reivindicaciones agrícolas ya se expresan ampliamente en Europa: en Polonia, Italia, los Países Bajos, Austria, Bélgica y muchos otros. Por supuesto, también en los Países Bajos. Parlamento Europeo”, concluye la presidencia francesa.
Pierre Berthoux con Mathieu Coache