Sin ritmo, sin ideas ni creatividad, sin lucha. Después de tres meses, ¿qué queda del equipo que empezó la temporada con mucha presión y un fútbol enérgico? Muy poco se vio el sábado en un estadio Rey Balduino desolado y vacío, donde Lierse tuvo que poner fin a una racha de cinco partidos sin ganar. No es así. De lo contrario. El débil y pequeño equipo de Lieren se hundió aún más en la miseria y seguramente estará entre los seis primeros este fin de semana. ¿Se puede hacer de otra manera? Tres sobre dieciocho es el pésimo informe que puede presentar el amarillo-negro. Cifras simplemente dramáticas.
Dos minutos. Eso fue todo lo que hizo falta en Bruselas para que Lierse volviera a quedarse atrás. Es cierto que el juego de manos con el que se castigó a Mawete fue controvertido, incluso injustificado. Pero la forma en la que se defendió el tiro libre de Lapage y en que Tajaouart pudo anotar de forma completamente independiente y sin obstáculos en la portería no tuvo precedentes. La reacción de Lierse después de esa temprana derrota fue escasa y extremadamente simple. Adinany disparó desviado tras un pase de Kireev. Punto final. Además, los habitantes de Lieren no tuvieron nada que añadir en los primeros 45 minutos. Por eso no fue una sorpresa que el equipo local aumentara su ventaja a mitad de la primera parte. Boone pasó por debajo de un centro desde el flanco izquierdo, Perdichizzi se quedó allí y lo observó, Ure marcó con facilidad. Con azotes y una fuerte vergüenza por parte de la afición que viajaba con ellos, los Pallieters se dirigieron al vestuario. Había llegado el momento de reflexionar allí.
Emmanuel Matuta y Hugo Masaki. Ésas fueron las dos bazas que Christophe Grégoire puso en juego inmediatamente después del descanso. Otros nombres lo hicieron, pero los cambios de personal inicialmente no trajeron muchos cambios. Aunque Kireev sí remató al poste una hora después de una acción personal. Del otro lado, Perdichizzi barrió justo a tiempo un balón de Ure en la línea de gol. Con Samih El Touile, Che Krabbendam y Victor Daguin, Lierse introdujo a sus últimos sustitutos mediada la segunda parte. Maxim Kireev, entre otros, fue víctima de ello. Allí se fue el raro peón amarillo-negro con ideas creativas. Las intervenciones dieron a los visitantes dominio y posesión del balón, pero pocas oportunidades. Sólo Sow obligó a Schlieck a parar.
Y así, tras la mala actuación en el Club NXT (3-1) y el empate contra Jong Genk (2-2), ahora no hay victoria para Lierse contra el tercer equipo prometedor. El equipo de Lieren lleva seis partidos esperando una victoria. El viernes en el propio AsterX Group-f Arena contra el FC Lieja se cumplirán exactamente dos meses desde que los amarillos y negros pudieron volver a ganar. Estadísticas que hacen imposible mantenerse entre los seis primeros. Que esto siga siendo por el momento un sueño para el Lierse, que sigue encajando goles y no ha mejorado su nivel desde hace semanas. Con los enfrentamientos con FC Liège, SK Beveren y Lommel antes del parón invernal, ahora lo más importante para el equipo de Lieren es acumular algunos puntos. De lo contrario, en Lier amenaza un final de año muy amargo.
FUTUROS RSCA: Schlieck, Baouf, Lapage, Dom, Vroninks, Barry, De Cat, Tajaouart, Goto (84′ Sebtaoui), Robberechts (74′ Vergeylen), Ure.
LIERSE: Peersman, Marijnissen, Boone (69′ Krabbendam), Perdichizzi, Da Costa (46′ Masaki), Mpanzu, Mawete (46′ Matuta), Claes (69′ El Touile), Kireev (69′ El Touile), Sow, Adinany .
OBJETIVOS: 3′ Tajaouart 1-0, 20′ Uré 2-0.
TARJETAS AMARILLAS: 35′ Sow, 38′ Pardichizzi, 43′ Boone, 71′ Ure, 84′ Tajaouart, 86′ Matuta, 92′ De Cat.
TARJETAS ROJAS: No.
ÁRBITRO: El Beuckelaer.
PÚBLICO: 600.