Alepo habría caído en manos de los yihadistas, advirtió el sábado 30 de noviembre el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG bien informada con sede en el Reino Unido. “Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y facciones rebeldes aliadas han tomado el control de la mayor parte de la ciudad”, situada en el norte de Siria, así como de “edificios gubernamentales y prisiones”, indicó. El ejército sirio confirmó en un comunicado que combatientes contra el régimen habían entrado en “amplias zonas” de la ciudad, informando de decenas de soldados muertos durante enfrentamientos violentos.
Una alianza conquistadora
Los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una alianza de varios grupos armados dominados por la antigua rama siria de Al Qaeda, así como facciones rebeldes apoyadas por Turquía, lanzaron este miércoles su ofensiva en el norte de Siria. Los combates dejaron más de 300 muertos, entre ellos un centenar de fuerzas gubernamentales y sus aliados, pero también 28 civiles, según el OSDH.
Su regreso a Alepo es aún más sorprendente porque, en 2016, la reconquista por parte del régimen de todos los sectores rebeldes de la metrópoli constituyó una victoria esencial para Bashar Al Assad y sus aliados, incluida Rusia. El viernes, el Kremlin también pidió a las autoridades sirias que “restauren el orden lo más rápido posible” en Alepo.
Un duro golpe para Bashar Al Assad
Sin lugar a dudas, la ofensiva es un duro golpe para Bashar Al Assad. Rusia e Irán, sus dos principales aliados, ya no están tan disponibles para ayudar como en 2015 y 2016. Moscú está absorto en su guerra en Ucrania, mientras que el Hezbollah libanés –apoyado por Irán– está completamente movilizado en su guerra contra Israel.
Una operación preparada desde hace varios meses
Según Dareen Khalifa, experto del International Crisis Group, esta operación, preparada desde hace varios meses, fue diseñada en base a este cambio geoestratégico. Señala que se lanzó el mismo día en que entró en vigor una tregua en el Líbano entre el ejército israelí y Hezbolá. Los rebeldes “piensan que los iraníes están debilitados y que el régimen está acorralado”, subraya. En los últimos meses, en paralelo a la guerra en el Líbano, Israel también ha llevado a cabo varios ataques en territorio sirio, alegando querer neutralizar a Hezbolá atacando sus transferencias de armas coordinadas con Teherán y las fuerzas sirias.
El fulgor de la ofensiva “recuerda lo débil que es el régimen”, opina el analista Aaron Stein, añadiendo que las fuerzas sirias probablemente habían bajado la guardia gracias a la precaria calma que reinaba en el norte.