COURRIER INTERNATIONAL: ¿Cómo vive la reapertura de Notre-Dame de París?
STEFANO MONTEFIORI : Con mucha emoción. Yo estaba en París durante el incendio. Fue un shock enorme, un dolor, para todos y para mí también. Vivo en París desde hace mucho tiempo y me considero parisino. Cuando vi por televisión el interior de la catedral renovado, todo luminoso, limpio y colorido, era hermoso, me sentí feliz. Creo que se ha hecho un trabajo extraordinario.
¿Crees que este es un gran momento para Francia?
Ciertamente. Los franceses a veces tienen palabras muy duras para sí mismos, les encanta tirarse piedras unos a otros. Hoy todavía somos testigos de una hazaña. Cuando Emmanuel Macron dijo “Reconstruiremos en cinco años”parecía un proyecto loco. Pero los plazos se cumplen, es notable. También tengo la impresión de que es un momento que une no sólo a los parisinos que sienten mucho cariño por Notre-Dame, sino a todos los franceses. No es frecuente que las cosas unan a París y “la provincia”, como se suele decir. Y tal vez incluso los europeos. En 2019, el shock se sintió con mucha fuerza en Italia y en el resto del mundo.
¿A los italianos les importaba la reconstrucción?
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