En el caso de la muerte de Emile, se descubrieron dos rastros desconocidos de ADN humano en los huesos y la ropa del pequeño, según información publicada por RTL este viernes. Estos rastros, ajenos al ADN del pequeño y al de su familia, complican la investigación por su estado muy degradado.
Los análisis, realizados por el laboratorio forense de Burdeos tras una primera serie de peritajes del IRCGN, revelan un ADN parcial, que comprende sólo un pequeño número de características utilizables. Para que el ADN sea interpretable se deben encontrar al menos diez características diferentes. Con tan pocos datos, las posibilidades de coincidencias son extremadamente amplias.
Se exploran todas las hipótesis.
Sin embargo, estos rastros de ADN también podrían deberse a una contaminación. La ropa y los huesos de Emile fueron manipulados varias veces, primero cuando fueron descubiertos el pasado mes de marzo por un excursionista y luego durante el peritaje. “Con la humedad y pasado un cierto tiempo, las mascarillas y los guantes pueden volverse porosos y filtrar células”, explica un experto entrevistado por la radio.
“Los investigadores están trabajando duro […] No descartamos nada al respecto”, explicó a RTL el general Hubert Bonneau, director general de la gendarmería nacional. La investigación, en la que participan en todo momento 20 militares, continúa explorando todas las hipótesis, que van desde un trágico accidente hasta un homicidio intencionado.
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