Cinco años después del incendio que asoló la catedral de Notre-Dame de París, está a punto de reabrir sus puertas al público en general. La oportunidad de hacer balance de este trabajo vertiginoso.
Imágenes de la restaurada Notre-Dame de París dieron la vuelta al mundo este viernes. Antes de la reapertura oficial al público en general el 8 de diciembre, el presidente francés Emmanuel Macron realizó una última visita al lugar, rindiendo homenaje a las 1.300 personas que participaron en las obras. En 2019, Emmanuel Macron prometió reconstruir Notre-Dame en cinco años y cumplió su palabra. Esto también fue posible gracias a los 340.000 donantes, que recaudaron más de 846 millones de euros.
Cifras impresionantes
La restauración requirió inmensos esfuerzos, tanto humanos como técnicos. En primer lugar, se levantó un impresionante andamio de 100 metros de altura para restaurar la aguja. La instalación de andamios, operadores de grúas y trabajadores verticales requirió 70.000 piezas, para un peso total de 600 toneladas.
La nueva aguja fue reconstruida según los planos de Eugène Viollet-Le Duc y alcanza una altura de 93 metros.
Otra cifra impresionante: se necesitaron 2.000 robles para reconstruir las estructuras, respetando los métodos del siglo XIII.
El órgano de la catedral, que sobrevivió al incendio, tuvo que ser desmantelado para limpiar sus 8.000 tubos, que luego fueron reensamblados uno por uno.
Se volvieron a instalar las campanas de Notre-Dame, que pesan casi 17 toneladas en total.
Después de 5 años de intenso trabajo, se estima que alrededor de 2.000 personas contribuyeron a la restauración de la catedral, ya sea en París o en otras regiones de Francia. En total, se movilizaron cerca de 250 empresas y talleres de arte para esta inmensa empresa.
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Renovación de la movilidad de la Catedral de Notre Dame en París