La ofensiva sorpresa lanzada por las fuerzas rebeldes sirias hace dos días continúa sacudiendo el norte del país. El número de muertos aumentó a 242, entre ellos al menos 20 civiles, según las autoridades sirias. En Alepo, la agencia gubernamental SANA informa que cuatro civiles, entre ellos dos estudiantes universitarios, murieron en un ataque rebelde contra residencias de estudiantes.
La ofensiva dejó una víctima notable: el general de brigada iraní Khomerat Pourhashmi, miembro de la Guardia Revolucionaria. Según fuentes de la oposición siria, los rebeldes atacaron una reunión de personal que él presidía y eliminaron también a varios altos oficiales presentes.
Este ataque, perpetrado por el grupo islamista Tahrir al-Sham vinculado a Al-Qaeda, tomó por sorpresa a las fuerzas sirias, iraníes y rusas en la región. En sólo 36 horas, los insurgentes avanzaron 30 kilómetros dentro del territorio gubernamental en la provincia de Alepo, infligiendo un revés significativo al régimen de Assad y sus aliados.
En particular, los rebeldes cortaron el eje estratégico Alepo-Damasco y lanzaron una ofensiva contra el aeropuerto de Nirab, al este de Alepo, donde tienen su base las milicias proiraníes. Los combates continúan en la región.
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