Tras un incidente provocado en el hemiciclo por el electo centrista, los alguaciles de la Asamblea Nacional tuvieron que intervenir entre el diputado por Viena y dos de sus colegas, el LFI Antoine Léaument y el PS Mickaël Bouloux, la tarde del jueves 28 de noviembre. .
La escena ilustra perfectamente el nivel de tensión alcanzado ayer durante el examen del nicho parlamentario de LFI, y más ampliamente en la política francesa desde el nombramiento del gobierno de Barnier, aunque durante mucho tiempo todo estuvo muy lejos de la calma y la moderación. tiempo. Faltaba una hora y media para el gong de medianoche y el fracaso de la derogación de la reforma de las pensiones, después de un día entero de obstrucción del “base común” y su denuncia por parte del NFP y del RN, lo que, a su vez, provocó una avalancha de correos electrónicos y, en ocasiones, amenazas contra los diputados del campo de Barnier, cuyas enmiendas y votos (ya públicos) fueron publicados por sus oponentes. Así que todo estaba listo para que esto sucediera. Y no falló: alrededor de las 22:30 horas, el diputado del MoDem Nicolas Turquois tuvo que ser expulsado del hemiciclo por sus colegas pero también por los ujieres de la Asamblea porque había venido, durante una suspensión de la sesión, de aproximación. un funcionario electo PS “rojo de rabia mientras lo señala amenazadoramente con un dedo a unos centímetros de su cara”, informes El Fígaro.
“¡Mi familia fue amenazada! ¡Y ésta es gente de tu pueblo! habría lanzado al diputado centrista en Mickaël Bouloux. La pelea fue evitada por poco por el presidente de su grupo, Marc Fesneau, pero los rebeldes Antoine Léaument y Thomas Portes exigieron que “clasificar” del hemiciclo. Nuevo golpe de calor del Turquesa, que acaba siendo evacuado. Y Léaument se consideró afortunado, cuando se reanudaron los debates, de no haber “tomó un donut”. Fesneau lamentó entonces, bastante débilmente, la actitud de su adjunto. “El diputado en cuestión lo explicará a su debido tiempo… No hubo ningún acto de violencia. […] Estas son cosas que suceden”.
Y esta cuasi lucha, digna de escenas de Parlamentos exóticos que creemos inimaginables aquí, suscita reacciones mucho menos indignadas por parte de la coalición en el poder que cuando (al azar) se implica a los rebeldes por sus “violencia” o su “actitud amenazante”, sin que jamás se acerquen tanto a la agresión física. Todo esto, sin embargo, sorprendió a los diputados, un EPR electo confiado después del hecho, todo con implicaciones bien fundamentadas: “Todo el mundo estaba caliente. Pero bebo diábolos de menta…» Y un rebelde para indicar que Turquesas “no vino a disculparse porque no se encontraba en buenas condiciones”, añadiendo que el centrista había “el codo pesado”.
France