La votación no tuvo lugar. El proyecto de ley destinado a derogar la reforma de las pensiones de 2023, reduciendo la edad legal de jubilación de 64 a 62 años, presentado por La France insoumise durante su nicho parlamentario no fue votado antes de la fecha límite, que fue el JUEVES.
El grupo, que reservaba una jornada parlamentaria anual para sus textos, había hecho de esta propuesta un tema emblemático. El texto, apoyado por toda la izquierda y por la Agrupación Nacional, tenía posibilidades de ser adoptado. La propuesta de derogación fue aprobada sin incidentes la semana pasada en comisión. Pero la votación, que debía realizarse antes de la medianoche límite que marca el fin del “nicho parlamentario”, no pudo realizarse.
En cuestión, el centenar de enmiendas presentadas por la derecha y el centro para frenar el trabajo parlamentario. De hecho, no menos de 978 enmiendas fueron presentadas en sesión pública para el examen de este proyecto de ley, casi todas ellas provenientes de las filas de los diferentes grupos de “base común”. Una estrategia de “sabotaje indigno” denunciada por el LFI, que había organizado una manifestación en Les Invalides, no lejos de la Asamblea Nacional, para denunciar un “método matón”.
En un hemiciclo recalentado, los debates se intercalaron con múltiples cuestiones de orden y suspensiones de sesiones a lo largo del día para restablecer la calma. La tensión incluso alcanzó un nuevo nivel alrededor de las 22:00 horas, cuando el diputado del MoDem, Nicolas Turquois, atacó verbal y casi físicamente a los diputados del NFP, antes de abandonar el hemiciclo, escoltado por un alguacil.
“Un motivo más para autocensurarse”
Al final de la tarde, los partidarios de la derogación habían obtenido una primera victoria simbólica, rechazando por 241 votos contra 100 enmiendas con las que sus colegas de la “base” gubernamental querían vaciar el texto de su sustancia. Pero a las 22:00 horas todavía quedaban más de 600 enmiendas por considerar, lo que dejaba a la izquierda con pocas esperanzas de llegar a una votación.
“En cuatro días, Barnier cae. ¿Cuál es el objetivo de esta obstrucción gubernamental? », preguntó el líder del LFI, Jean-Luc Mélenchon, sobre X, en referencia a la perspectiva de una probable moción de censura contra el gobierno la próxima semana. “Si nos impiden votar hoy, será sólo un motivo más para censurarlos”, advirtió también la líder de los diputados rebeldes Mathilde Panot a la “base” del gobierno.
El ministro de Presupuesto, Laurent Saint-Martin, respondió que las “algunas centenas de enmiendas” presentadas no son nada comparadas con las 19.000 presentadas por la izquierda en el momento del examen de la reforma, en 2023. En cuanto al fondo, ser responsable supone No “desentrañar lo que ha permitido equilibrar las cuentas”, insistió.