La resurrección de Notre-Dame de París, financiada con fondos privados, debe considerarse una obra conjunta. Nadie puede apropiárselo.
En el corazón de una nación arruinada por la crisis, Notre-Dame pronto brillará con todo su esplendor en el mundo. Su restauración duró cinco años y medio. La piedra ha recuperado su color dorado, la estructura se ha reconstituido en madera de roble, la aguja ha tomado su lugar en el cielo de París… ¡Qué hazaña dada la magnitud de la devastación causada por el incendio! ¡Pero también qué logro en tan poco tiempo en un país socavado por una burocracia meticulosa y estándares excesivos!
Este proyecto es la prueba de que nada es imposible cuando una determinación inquebrantable guía a los hombres. la catedral, “Lo reconstruiremos juntos”declaró Emmanuel Macron la tarde del 15 de abril de 2019, delante de los bomberos en acción. Hay que reconocer que el jefe de Estado mantuvo su apuesta. No solo, por supuesto. Bajo la dirección del difunto general Jean-Louis Georgelin, unos 1.300 arquitectos, técnicos y artesanos trabajaron a toda velocidad.
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