El impopular gobierno francés está dispuesto a hacer concesiones en el presupuesto del próximo año, dijo el jueves el ministro de Finanzas, Antoine Armand, en medio de crecientes temores de que la oposición al proyecto de ley pueda derribar la administración del primer ministro Michel Barnier.
Los comentarios de Armand resaltan la posición perdedora en la que se encuentra el gobierno.
La oposición generalizada de la izquierda y la extrema derecha al presupuesto podría conducir a la inminente caída del gobierno si pierde la moción de censura, mientras que las medidas para reducir los 60 mil millones de euros en ahorros que implica asustarán aún más a los inversores preocupados por el creciente déficit de Francia.
Las acciones y los bonos franceses cayeron bruscamente el miércoles, pero se mantuvieron más estables el jueves, debido al feriado de Acción de Gracias en Estados Unidos.
Hablando en BFM TV, Armand se hizo eco de los comentarios de Barnier de que no aprobar el presupuesto podría provocar una tormenta en los mercados financieros, pero también adoptó un tono conciliador.
“Estamos dispuestos a hacer concesiones mesuradas en todos los ámbitos”, afirmó, sin dar más detalles.
El gobierno de Barnier podría caer antes de Navidad, o incluso la próxima semana, si sus adversarios de extrema derecha y extrema izquierda le imponen una moción de censura que probablemente perdería, según algunas fuentes.
La opinión pública está dividida sobre el futuro de Barnier.
Un 53% de los franceses quiere la caída del gobierno de Barnier, según una encuesta de Ifop-Fiducial para Sud Radio publicada el jueves. Sin embargo, una encuesta de Elabe para BFM TV encontró el miércoles que más de la mitad de los encuestados pensaban que se debería evitar una moción de censura destinada a derrocar al gobierno.
Queda mucho en el aire, ya que el equipo de Barnier se reunirá con el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, que apoya a su administración, y otros partidos para mantener conversaciones destinadas a evitar una segunda crisis política importante en Francia en seis meses.
El proyecto de ley de finanzas fue rechazado por la cámara baja profundamente dividida y actualmente es tema de debate en el Senado.
Barnier dijo que probablemente utilizaría el artículo 49.3 de la Constitución para impulsar el proyecto de ley a través del Parlamento, una medida agresiva que invariablemente desencadenaría una moción de censura.
Le Pen y RN defendieron su derecho a votar para derrocar al gobierno, mientras que el bloque de izquierda también ha manifestado su intención de derrocar a la administración de Barnier.
En una entrevista de radio el jueves, el ex presidente François Hollande, ahora diputado del Partido Socialista, dijo que votaría para derrocar al gobierno si Barnier utilizara el artículo 49.3.
PUNTOS DE VISTA DIVERGENTES
En este turbulento telón de fondo político, los legisladores de la Cámara Baja comenzaron a examinar el jueves una propuesta del partido de extrema izquierda La France insoumise para descartar la profundamente impopular reforma de pensiones de 2023 del presidente Emmanuel Macron, que elevó la edad límite de jubilación de 62 a 64 años.
La propuesta podría ser adoptada por la Cámara Baja gracias al apoyo de algunos diputados RN de extrema derecha, pero es poco probable que avance en el Senado, donde dominan los conservadores de Barnier.
Aún así, una victoria en la cámara baja añadiría una presión no deseada sobre el gobierno de Barnier en un momento crítico. Para evitar su aprobación en la cámara baja, los legisladores del campo de Macron y los conservadores añadieron cientos de enmiendas al proyecto de ley, con la esperanza de retrasar la votación hasta la medianoche, cuando sería demasiado tarde para avanzar.
Macron invocó el artículo 49.3 para impulsar la reforma de las pensiones, una medida que agotó el poco capital político que tenía después de su reelección en 2022. El sentimiento anti-Macron resultante llevó a su partido a sufrir grandes pérdidas después de que convocó elecciones anticipadas en junio. , lo que resultó en un parlamento inestable y sin mayoría.
