Editorial. Marine Le Pen quiere presionar a Emmanuel Macron para que dimita

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Mientras el gobierno de Barnier se enfrenta al espectro de una rápida censura, Marine Le Pen parece tener ya otro objetivo en mente: el Presidente de la República.

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Publicado el 28/11/2024 08:04

Actualizado el 28/11/2024 08:45

Tiempo de lectura: 3min

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La presidenta del grupo parlamentario del Rally Nacional, Marine Le Pen, durante el seminario parlamentario de RN en la Asamblea Nacional francesa, en París, el 14 de septiembre de 2024. (LUDOVIC MARÍN / AFP)

El lazo que rodea al gobierno de Michel Barnier se está estrechando. La aprobación de una moción de censura parece inevitable… ¡a la próxima! La suerte de Michel Barnier parece echada. La alianza de la izquierda y la extrema derecha debería derribarlo. Quizás desde principios de diciembre, sobre el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social. A más tardar antes de Navidad, con motivo de la votación del presupuesto. Marine Le Pen ha llegado tan lejos que ya no puede volver atrás. Además, ella se está superando a sí misma. Ya no se trata de una lógica de presión sobre el Primer Ministro. Ella exige su rendición. Tendría que implementar todo el programa de enfermeras registradas para salvar su pellejo, lo que obviamente es impensable. Pasemos al siguiente, porque el líder de la extrema derecha ya tiene otro objetivo en mente: Emmanuel Macron.

Marine Le Pen intentará culparle del caos político y financiero que amenaza tras la censura. Y más precisamente a su decisión de disolver la Asamblea. La maniobra puede funcionar, ya que una clara mayoría de la opinión pública todavía no ha comprendido el harakiri electoral del presidente. Y la idea de unas elecciones presidenciales anticipadas está ganando terreno. Lo solicitaron el miércoles el alcalde de Meaux, Jean-François Copé, y el ponente del presupuesto general, Charles de Courson. Por tanto, tras la caída del gobierno de Barnier, Marine Le Pen exigirá su dimisión. Haciendo eco… Jean-Luc Mélenchon. El líder rebelde ya sueña en voz alta con unas elecciones presidenciales anticipadas para imponer su cuarta candidatura a toda la izquierda. Y te encontrarás en segunda ronda contra Marine Le Pen.

También tiene en mente una agenda legal muy específica. Está amenazada con una dura pena de inhabilitación con ejecución provisional en el caso de los asistentes ficticios de la RN cuyo juicio finalizó el miércoles 27 de noviembre. La decisión se tomará el 31 de marzo. Para garantizar la inmunidad, en caso de victoria, Marine Le Pen necesita presionar al Presidente de la República para que dimita en un plazo de cuatro meses.

Recuerda que nada le obliga a hacerlo. Emmanuel Macron fue elegido para cinco años, hasta 2027, y siendo imposible una nueva disolución dentro de un año, un nuevo inquilino del Elíseo se vería obligado a vivir en la misma Asamblea, sin mayoría, hasta el próximo julio. Pero la presión que se ejercerá sobre el Elíseo será terrible. Todo dependerá de la actitud de las demás fuerzas políticas, y en primer lugar de los socialistas. Ellos también ya miran hacia la era post-Barnier. Pero quieren abogar por un “ “gobierno técnico” apoyado por los partidos del arco republicano, al menos hasta nuevas elecciones legislativas. Es cierto que el PS, al igual que la derecha, no desea presenciar, como espectadores, un duelo presidencial entre Le Pen y Mélenchon.

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