Los graves incidentes ocurridos recientemente en los estadios L1 y L2 estaban en el orden del día de este miércoles por la tarde en el comité disciplinario de la LFP. Todos fueron sancionados, con distintos grados de severidad. El OL sufrió por primera vez un cierre parcial del estadio Groupama, correspondiente a la sede del grupo ultra de Lyon 1950, para un partido tras los excesos registrados durante el derbi del Ródano contra el Saint-Étienne (1-0), el 10 de noviembre, aunque se llevó a cabo sin apoyar a Stéphanois.
Nada más llegar al estadio, al saltar al terreno de juego tras bajarse del autobús, mucho antes del calentamiento, los verdes fueron recibidos con cánticos homofóbicos. Y desde el inicio, los Ultras de Lyon volvieron a destacar con la explosión de numerosas bombas de humo. El humo que se desprendía era tal que apenas se distinguía a los jugadores y menos aún el balón. El árbitro, Willy Delajod, se vio obligado a interrumpir el partido antes del primer minuto de juego y tardó más de cinco minutos en reanudarse. No era la primera vez que los ultras de Lyon 1950 se distinguían. El 27 de octubre, día de su 15º aniversario, el partido entre Lyon y Auxerre (2-2) también fue interrumpido casi un cuarto de hora tras una oleada de bombas de humo. Lo que explica este cierre parcial del recinto de Lyon.