Girona resulta herida y casi hundida. La derrota ante el Sturm Graz supuso un duro golpe para las esperanzas del conjunto rojiblanco de seguir soñando con la Liga de Campeones. Los de Míchel siguen estancados en la clasificación con tres puntos tras cinco jornadas y necesitarán un milagro para asegurarse una plaza en los playoff. Quedan tres partidos, cada uno más desafiante que el anterior: Liverpool, Milán y Arsenal. Los partidos contra los dos equipos ingleses serán en Montilivi, mientras que ellos viajarán para enfrentarse al conjunto italiano.
Tras la derrota ante el Sturm Graz, Míchel expresó su dolor pero quiso transmitir mensajes positivos. El objetivo es levantar el ánimo de sus jugadores con el fuerte deseo de que “para LaLiga no nos pueda afectar”. El técnico analizó las opciones de clasificación, admitiendo que “es mucho más difícil, claro. Hay posibilidades porque quedan tres partidos, pero la calidad del rival indica que será complicado. Hay que aceptar que perdimos un partido en el que teníamos nuestras posibilidades, pero no estamos fuera de la Liga de Campeones. Tenemos que seguir luchando por un sueño que sigue vivo. Esto es algo que no podemos perder. El desafío está ahí, y en casa, con nuestra gente, tendremos que darle la vuelta”. Respecto a Liverpool, Milán y Arsenal, Míchel se abstuvo de hacer más comentarios afirmando que “los tres partidos son claves, e intentaremos ganar, al menos los dos en casa, para clasificarnos para la siguiente fase. Todavía hay oportunidades y debemos aprovecharlas, si podemos”.
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Sobre la derrota ante el Sturm Graz, el técnico rojiblanco analizó que “quizás nos equivocamos en nuestra agresividad con el balón para superar a un equipo que se ayudaba continuamente. Empezamos muy bien y creamos ocasiones, pero nos faltó el ritmo adecuado para derribar una defensa como la del Sturm Graz. Nos faltó velocidad de juego para llegar al último tercio con situaciones de peligro. Podríamos habernos adelantado, pero cometimos errores varias veces, sobre todo uno en la segunda parte que nos castigó duramente. El equipo lo intentó. Teníamos control, pero no suficiente agresión para hacerles daño”. La ocasión desaprovechada por Iván Martín en la primera parte, con el marcador 0-0, podría haber cambiado completamente el partido, pero eso es ficción futbolística, como avisó Míchel, sin ocultar que efectivamente les duele, pero “es lo que hay”. Es decir, no hay necesidad de insistir en ello. No encontramos profundidad y eso marcó la diferencia”.
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