“No hay riesgo de “cierre” en nuestras instituciones. […] Al contrario de lo que algunos miembros del gobierno afirman al unísono”, afirmó Marine Le Pen en una columna publicada en las columnas de Fígaro este martes. El presidente del grupo Agrupación Nacional en la Asamblea Nacional criticó al ejecutivo por presentar un escenario particularmente apocalíptico en caso de censura gubernamental y de no aprobación del presupuesto de 2025.
Un escenario en el que los funcionarios no cobrarían y los servicios públicos estarían bloqueados. Este enojo de la figura de la extrema derecha responde en particular a los comentarios de la portavoz del gobierno, Maud Bregeon, que el domingo se mostró preocupada por un “escenario griego” en el que los funcionarios ya no recibirían su salario.
FALSO
“Hay un 99% de posibilidades de que este escenario sea imposible”, reacciona Michel Lascombe, quien asegura que es el “peor de los casos”. El constitucionalista y profesor de derecho público plantea varios escenarios posibles: “si se supera el plazo de 70 días concedido al Parlamento por el artículo 47 de la Constitución, el Gobierno puede aprobar su presupuesto mediante ordenanza. » En este caso, los parlamentarios pueden decidir derrocar al gobierno, pero el presupuesto ya habrá sido votado.
Otra posibilidad: el Gobierno podría decidir aplicar la fuerza, derogando el artículo 49.3 de la Constitución, probablemente uno de los más conocidos por los franceses. Permite al ejecutivo responsabilizar al gobierno por un texto financiero. En este caso, el presupuesto sería adoptado, a menos que la Asamblea Nacional decida derrocar al gobierno mediante una moción de censura, presentada en un plazo de 24 horas. “Pero para eso habría que alcanzar una mayoría absoluta. La alianza de Agrupación Nacional y Eric Ciotti no logra alcanzar los 289 diputados [la majorité nécessaire]habría que sumarle el Nuevo Frente Popular. Pero sin los socialistas sería insuficiente, a menos que el grupo independiente Liot se sume a esta iniciativa”, descifra Michel Lascombe, para quien esta inversión sigue siendo “incierta”.
Plenos poderes para Macron
Sin embargo, si la Asamblea Nacional logra derrocar a Michel Barnier en respuesta al 49.3, el Primer Ministro depuesto seguirá ocupándose de los asuntos de actualidad y Francia no se encontrará automáticamente en un estado de “cierre”. Para que esto suceda, sería necesario que se cumplieran todas estas condiciones pero, además, “la ley especial que autoriza la recaudación de ingresos debería ser rechazada por la Asamblea Nacional”, afirma el constitucionalista. Sin embargo, al rechazar esta ley especial, los parlamentarios saben muy bien que están bloqueando al Estado. E incluso si decidieran ser “irresponsables”, el gobierno todavía tendría un as bajo la manga.
Porque Emmanuel Macron, relevado de su derrocado Primer Ministro, bien podría confiar en “el artículo 16 de la Constitución, que otorga todos los poderes al Presidente de la República” cuando “las instituciones de la República, la independencia de la Nación, la integridad de la su territorio o la ejecución de sus compromisos internacionales están amenazados”. En el contexto de un “cierre” con servicios públicos paralizados y funcionarios sin remuneración, el caso de fuerza mayor parece obvio. Y el presidente probablemente tendría derecho a utilizar este artículo para “restaurar el funcionamiento regular del Estado”.