TRIBUNA – Al contrario de lo que afirman algunos miembros del Gobierno y el presidente del Tribunal de Cuentas, es imposible que, incluso si Francia no vota su presupuesto, no se pague a los funcionarios ni a los intereses de nuestra deuda, explica el presidente del grupo RN en la Asamblea Nacional.
Marine Le Pen es presidenta del grupo Rally Nacional en la Asamblea Nacional.
En siete años en el poder, Emmanuel Macron ha transformado nuestras cuentas públicas en una pirámide Ponzi: por un lado, gasto total financiado por una carrera por el endeudamiento, sin ninguna visión política; por el otro, ingresos que nunca llegaron debido a la falta de un estímulo real de la producción francesa. Al final del camino, 3.230 millones de deuda y una Francia que ahora se endeuda en las mismas condiciones que Grecia o España. Es a Michel Barnier a quien el Presidente de la República ha confiado oportunamente la pesada tarea de resolver el legado de su mandato de siete años de mala gestión.
Consciente de la crisis sin precedentes de nuestras finanzas públicas, en septiembre delineé claramente nuestras líneas rojas presupuestarias: preservación del poder adquisitivo de las clases media y trabajadora; consecución de ahorros estructurales en el estilo de vida del Estado y en la inmigración; protección…
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