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El lunes 25 de noviembre, un avión de carga de DHL que conectaba Alemania y Lituania se estrelló mientras realizaba un aterrizaje de emergencia cerca del aeropuerto de Vilna. Si aún no se conocen las causas del accidente, las autoridades no excluyen la posibilidad de que se trate de un acto delictivo. ¿Rusia pudo haber tenido algún papel en este accidente?
Muy temprano el lunes 25 de noviembre, alrededor de las 5:30 a.m., un avión de carga se estrelló en una zona residencial cerca de Vilnius, Lituania. A bordo iban cuatro tripulantes, uno de ellos, un español, no sobrevivió. “El avión debía aterrizar en el aeropuerto de Vilnius y se estrelló a pocos kilómetros del aeropuerto”, dijo a los periodistas Renatas Pozela, jefe del servicio de bomberos y rescate. Los otros tres fueron encontrados sanos y salvos y fueron hospitalizados.
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Según un comunicado de DHL Alemania, un avión de Swift Air, operado por un socio por cuenta de DHL y que unía Leipzig (Alemania) con la capital lituana, “realizó un aterrizaje de emergencia a aproximadamente un kilómetro” del aeropuerto de Vilna. Según Ausra Rutkauskiene, gerente de la empresa en Lituania, el avión transportaba “envíos de varios clientes” y no sólo de uno.
Un acto terrorista no descartado
Aún no se conocen las circunstancias pero se ha abierto una investigación. Las autoridades lituanas quisieron ser prudentes respecto a la naturaleza del accidente, sin descartar que se tratara de un acto terrorista. “Es prematuro asociar (el accidente) con algo”, dijo a los periodistas Darius Jauniskis, jefe de los servicios de inteligencia del país. “Estamos trabajando con nuestros socios extranjeros para obtener toda la información posible. No podemos descartar la posibilidad de un acto terrorista”, confirmó.
Aunque no quiso acusar a nadie, Darius Jauniskis mencionó el caso de Rusia, país con el que Lituania comparte una frontera de varios cientos de kilómetros. “Advertimos que tales cosas eran posibles, vemos una Rusia cada vez más agresiva, […] pero todavía no podemos […] señalar con el dedo a nadie.
Según el ministro de Defensa, Laurynas Kasciunas, hasta el momento “no hay signos ni pruebas que sugieran que se trate de un sabotaje o un acto terrorista”. Los investigadores acudieron al hospital para interrogar a los tres tripulantes heridos, mientras que las cajas negras del aparato deberán ser analizadas para determinar si se trató de “un error técnico, un error del piloto o algo más”, añadió, precisando que la investigación “podría dura aproximadamente una semana”.
Rusia en la mira de varios países
Un accidente que recuerda a los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas y meses. A principios de noviembre, varias personas fueron detenidas en Lituania y Polonia en un caso de paquetes incendiarios enviados en avión a distintos países europeos, cuyas huellas podrían conducir, según varias capitales, a Rusia. Este verano, se encontraron paquetes que contenían dispositivos incendiarios en los almacenes de DHL en Alemania y Gran Bretaña, donde se incendiaron. En Polonia, un paquete también prendió fuego a un camión de DHL, según el periódico Gazeta Wyborcza. Un asesor del presidente lituano para la seguridad nacional atribuyó entonces esta operación a Rusia.
“Necesitamos neutralizar y desmantelar la fuente, y sabemos quién está detrás de estas operaciones: son los servicios de inteligencia militar rusos”, afirmó Kestutis Budrys. La inteligencia alemana también había señalado anteriormente a la Federación Rusa. El 14 de octubre, durante una audiencia en el Bundestag, el jefe de la Inteligencia Interior alemana (BfV), Thomas Haldenwang, acusó abiertamente a Moscú de estar detrás del “asunto DHL”, en referencia al caso de un paquete que se había incendiado en el centro del transportista. DHL en Leipzig en julio.