La Francia insumisa presentará el jueves en el hemiciclo la anulación de la reforma de Élisabeth Borne de marzo de 2023 que elevaba la edad de jubilación a los 64 años.
Esta es una de las reuniones parlamentarias más importantes de la semana con el examen en el Senado del proyecto de ley de finanzas relativo al presupuesto para 2025. El miércoles pasado, la propuesta de la izquierda para derogar la reforma de las pensiones fue aprobada en la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional. La Francia insumisa presentará así el jueves en el hemiciclo la anulación de la reforma de Elisabeth Borne de marzo de 2023 que elevaba la edad de jubilación a los 64 años. Además, también propone reducir el período de cotización necesario para jubilarse de 43 a 42 años.
Invitado al plató del Senado Público, el ministro responsable del Presupuesto y Cuentas Públicas expresó su escepticismo sobre el éxito de esta propuesta de derogación del texto. “En 2023, tuvimos 13.000 enmiendas sobre la reforma de las pensiones y tres semanas de debate”, recordó Laurent Saint-Martin. “Me resulta difícil imaginar cómo podríamos derogar la reforma de las pensiones en un día”.
“Básicamente, nos encontramos en un período de urgente necesidad de sanear nuestras cuentas. La respuesta de La France insoumise es cancelar, lo que nos permite empezar a asegurar el equilibrio de nuestras cuentas sociales”.
¿Un déficit ligeramente superior al 5% en 2025?
Mientras continúan los debates parlamentarios sobre el presupuesto 2025, Laurent Saint-Martin no excluye que el texto final resulte en un esfuerzo ligeramente inferior a los 60 mil millones de euros previstos por el gobierno y, por tanto, en un déficit público “un poco más allá del 5%”. al año que viene. En cuanto a su nivel en 2024, el ministro responsable de Presupuesto y Cuentas Públicas mantiene la estimación en el 6,1%, aunque precisa que sigue sujeto a los resultados del “quinto pago del impuesto de sociedades” que se conocerá a principios de diciembre.
El miembro del Gobierno apoya a su homólogo Antoine Armand, que advirtió la semana pasada del riesgo de “gravar demasiado”. Después de que el Senado redujera las reducciones de las aportaciones empresariales para liberar 3.000 millones de euros, Laurent Saint-Martin considera que conseguir alrededor de 2.500 millones de euros sería “un buen compromiso”.
Finalmente, confirma su interés en la instauración de una segunda jornada de solidaridad, cuya realización, según él, deberá ser objeto de consulta de los interlocutores sociales:
“Si queremos seguir teniendo un nivel de protección social tan alto como siempre, necesitaremos un poco más de trabajo en nuestro país”.