Un Barça desorganizado finalizó la primera mitad liderando en Balaídos gracias a un gol de Raphinha, el cual llegó de una de las pocas oportunidades que creó el equipo blaugrana durante el periodo inicial. La ausencia de Lamine Yamal todavía se siente, pero la eficiencia goleadora del equipo de Flick estaba mitigando un potencial desastre. Esto se vio además favorecido por la decisión del árbitro de no mostrar una segunda tarjeta amarilla a Gerard Martín, lo que provocó una protesta desproporcionada de Yago Aspas justo antes del pitido del descanso. Así, más allá del marcador, el momento destacado de los primeros cuarenta y cinco minutos fue la aparición como titular de Gavi, quien mostró signos de estar completamente recuperado de su lesión.
La segunda mitad comenzó de manera similar a la primera, con Celta controlando y Lewandowski anotando tras ganar hábilmente un balón que pocos otros habrían convertido en gol. Por supuesto, cuando un equipo muestra tal eficiencia, desmantela cualquier esperanza para el oponente.
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En este punto, Barça llevaban una cómoda victoria en uno de esos partidos que necesitaban asegurar a toda costa. Además, lograr los tres puntos sin Lamine Yamal sirvió como una buena indicación de que su dependencia del joven jugador no era tan profunda como se pensaba inicialmente.
No obstante, justo cuando todo parecía controlado, Marc Casadó recibió una segunda tarjeta amarilla, dejando al Barça con diez hombres. Koundé cometió entonces un error catastrófico que llevó al primer gol de Celta. Con un jugador menos y sin Gavi ni Pedri, quienes habían sido reemplazados por Fermín y De Jong, el desorden alcanzó tal magnitud que el equipo local igualó. En esencia, dejaron escapar dos puntos preciosos—puntos que podrían resultar cruciales al final de la temporada—y esto ha llevado a que el equipo de Flick acumule dos partidos sin ganar. Si bien no hay necesidad de excesiva preocupación, Flick debe implementar correcciones para evitar que el pesimismo se apodere de un equipo que ya ha demostrado que sabe jugar mucho mejor.
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