ARTE – SÁBADO 23 DE NOVIEMBRE A LAS 18:35 – DOCUMENTAL
Se trata de un impactante reportaje de treinta y seis minutos rodado en Etiopía, tan aterrador como informativo. A medida que se acerca el Día Internacional contra la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, resulta difícil imaginar un tema de mayor actualidad que el de la violación utilizada como arma de guerra.
Para ilustrar este drama, el ejemplo elegido es particularmente edificante. Se trata de decenas de miles de mujeres de Tigray, región situada al norte del país, que representan el 6% de la población etíope, de la cual el 95% son cristianas ortodoxas. Mujeres violadas entre noviembre de 2020 y 2022, en particular por soldados eritreos, durante una guerra tan atroz como poco publicitada.
Las estimaciones muestran que al menos 120.000 mujeres fueron violadas, o una de cada diez mujeres de Tigrayan. “Como no lograron eliminar a toda la población, quisieron destruir el pilar más respetado de nuestra sociedad, las madres. Para quebrar a los tigrayanos, sabían que había que quebrar a las mujeres. »
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Quien habla se llama Meseret, una personalidad famosa en Tigray, pianista y mujer de televisión. En 2023, fundó la asociación Hiwyet (“curación”, en lengua tigrinya), para ayudar a estas mujeres víctimas de violación. Su personalidad, su energía y su dedicación están en el centro de este conmovedor informe.
Un tabú
En apenas un año, su asociación ya ha escuchado a más de 1.000 mujeres, ha enumerado 4.800 supervivientes y ha permitido a 130 de ellas iniciar una nueva vida gracias a unos ahorros de unos cientos de euros.
Al filmarla de cerca durante sus viajes a Tigray, al dejar salir las palabras de las víctimas, nos sumergimos en el horror. Como en el hospital central de Makalé, capital de Tigray, donde una enfermera excepcional acoge y trata a las víctimas: “Todavía hay víctimas de violaciones que llegan desde la zona fronteriza. Y hay quienes optan por guardar silencio o se suicidan. »
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El testimonio de una joven es sorprendente: “Permanecí cautiva durante un mes en un campamento militar, con unas diez mujeres más. Me pusieron navajas y enchufes, ya no puedo sentarme”dijo con voz débil. En una caja, la enfermera guarda algunos de los objetos encontrados meses atrás en los cuerpos violados: clavos, navajas, cortaúñas, trozos de metal, todas pruebas de la barbarie.
Por su parte, para preservar las pruebas, Meseret se encarga de filmar cada testimonio recogido. En Tigray, la violación sigue siendo un tabú y muchas víctimas, rechazadas por quienes las rodean, no se atreven a hablar de ello. “No deberías sentirte avergonzado”dice un sacerdote, invitado por Meseret para liberar la palabra. La lucha promete ser larga y difícil. Pero Meseret no se rendirá.
Tigray: la violación, el arma silenciosade Marianne Getti y Agnès Nabat (fr., 2024, 36 min).