Pasó en París. También, en menor medida, en Mallorca. Dos triunfos que llegaron gracias a una buena defensa, un gran Oblak y una dosis importante de suerte. Del que la trabaja, cierto. Pero en ocasiones los milagros… se acaban. Y eso parecía ante el Alavés cuando, en el minuto 74, el Atlético iba perdiendo 0-1 con gol de penalti de los de Luis García. El punto fatídico empató el tanteador, esta vez con Griezmann de ejecutor. Pero fueron dos jugadores salidos del banquillo, De Paul y Sorloth, los que hicieron la jugada que llevó el éxtasis a la grada cuando se acercaba el minuto 90. Otro milagro, otro más. Y van cinco victorias seguidas. Tres ‘milagrosas’.
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Las primeras partes, ese suplicio del Atlético
Otra vez más, y van demasiadas, el Atlético tiró por el desagüe la primera parte del partido ante el Alavés. Sin acierto, sin intensidad, sin fútbol, el Alavés estuvo cómodo en todo el primer acto y llegó al descanso con un 0-1 que no sorprendió a los casi sesenta mil aficionados que volvieron al fútbol tras el tercer parón. A la mayoría de ellos apenas les sorprende ya que los de Simeone salgan pensando en cualquier cosa menos en el partido. Dicen que muchas veces pasa por la cantidad de partidos, pero después de dos semanas de parón es más difícil de entender.
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Kike García, el manual del 9
Los focos nunca irán a Kike García. Está totalmente alejado del prototipo de futbolista mediático. No sale en las fotos, pero en el Metropolitano dio un auténtico clinic de la labor del delantero centro. Pese a estar solo en muchos lances con tres centrales enfrente el punta del Alavés fue un auténtico incordio. El motivo, que se las sabe todas del oficio de 9. Que mejora todo lo que pasa por sus pies y, por si fuera poco, por lo muchísimo que trabaja en cualquier zona del campo. Normal que Luis García, y antes tantos entrenadores, tengan fe ciega en este jugador. Ejemplar.
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Los silencios del Metropolitano
Otra vez más, silencio en el Metropolitano. Otra vez más, el fondo sur del estadio decidió que el partido no iba con ellos. Desde los incidentes del derbi, desde la propia sanción interna, el Frente Atlético ha optado por no animar. Los líderes, los que se ponen en las primeras filas tras la portería, incluso dan la espalda al verde. No les interesa animar, ni siquiera ver el partido de los suyos en una señal de protesta que a quien más daño hace es al Atlético, a su Atlético.
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El borrón de Javi Galán
Apenas siete minutos tardó Javi Galán en emborronar la que está siendo su mejor etapa como jugador del Atlético. Tras estar desahuciado el curso pasado, cesión a la Real Sociedad incluida, el ex del Celta estuvo hasta el último momento en el mercado de ventas. Se quedó y consiguió algo que no es fácil: voltear su situación hasta convertirse en indiscutible. Ha firmado grandes partidos, sí, pero el penalti cometido en el minuto 7 por una mano es un error grosero que intentó paliar con su irreprochable actitud, que no tanto acierto, el resto del partido.
