Iban seis minutos de juego en el partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo Alavésen el Metropolitanocuando un centro de Carlos Vicente al área, que parecía no entrañar demasiado peligro, se convertía en el primer gol del cuadro visitante.
Y no era porque el centro en cuestión hubiese llegado a su destino, sino porque en el centro, desde el pico del área, Javi Galán sacaba el brazo y el balón impactaba en él. Un escorzo rarísimo del extremeño, muy poco habitual en estos días en los que se pita penalti por cualquier mano, más si es tan clara.
El colegiado García Verdura no lo dudaba y señalaba el punto de penalti. Jesús Guridi agarraba el balón, lo ponía con parsimonia en el punto de penalti y esperaba que Jan Oblak se lanzase a uno de los lados para engañarle, con la izquierda, poniendo el balón en el extremo contrario.
En los instantes previos algunos se acordaron de cómo una nube detuvo un balón que supuso medio título de Ligaa Joseluen un Atlético–Alavés de la 20/21. Pero en este caso no se repitió la historia y el cuadro vasco se adelantó en el marcador.
Chema G. Fuente
Javier Gómara
Chema G. Fuente
Senegal
