“Dime de qué tierra vengo, dímelo tú, buen amigo. Si sientes lo que yo siento. Ven y cántala conmigo”. La cautivadora voz de Nino Bravo atronaba con “Mi Tierra” en la megafonía de Mestalla mientras la gente trataba de ocupar sus asientos. La grada quería cantar, pero con un nudo en la garganta. Después se hizo el silencio.
Nunca ha habido un silencio tan ensordecedor en Mestalla. Una grada caliente, acostumbrada a hacerse escuchar en las buenas y en las malas, enmudeció en homenaje a las víctimas y afectados por la DANA. Unos 400 socios de las localidades más afectadas por la riada pudieron ocupar sus localidades gracias a los autocares fletados por el Valencia. Junto a todos ellos, más de 45.000 almas, en respetuoso silencio.
Para ese momento, la grada al completo estaba con el corazón encogido y con más de una lágrima en los ojos. Primero, con el despliegue de la Senyera, cedida por el Real Madrid de 50×30 metros en el césped, y sostenida por voluntarios que han colaborado en la donación especial de alimentos en el Camp de Mestalla para ayudar a los damnificados por la DANA. Después, con la salida al terreno de juego por parte de los equipos escoltados por jugadores de 11 escuelas de fútbol conveniadas del Valencia, cada uno con la equipación de su club. En ese momento se interpretaba la canción ‘Voces de Valencia’ de Rei Ortolá, con guitarra y chelo.
Los futbolistas de Valencia y Betis desplegaron un crespón gigante sobre la Senyera que ya ocupaba la parte central del terreno de juego y escucharon el himno regional con dolçaina y tabalmientras se descubría el mosaico de la grada (una gigantesca bandera regional) y el cubregradas con el lema Amunt Valencians (Arriba, valencianos).
Una hora y media antes del comienzo ya había en los alrededores de Mestalla un ambiente lo más parecido al de un partido de fútbol normal. Pero no lo era. Entre camisetas del Valencia y el Betis, se mezclaban comentarios y recuerdos a la catástrofe que ha asolado parte de la provincia y que ha dejado más de 220 muertos, con aún siete personas desaparecidas y 75 municipios afectados.
Después, sí. Empezó el partido de fútbol, pero con las víctimas de la DANA siempre en el recuerdo. El Valencia tuvo otro bonito detalle. Durante todo el encuentro, en los videomarcadores aparecían cada dos segundos los nombres de los pueblos, barrios y pedanías afectadas por la DANA.