Este jueves 21 de diciembre los trabajadores ferroviarios estaban en huelga. El movimiento nacional fue seguido por entre el 40 y el 50% del personal de la SNCF en Biterrois. Luchan, entre otras cosas, por el futuro del transporte ferroviario. Si no son escuchados, lanzarán una huelga renovable a partir del 11 de diciembre.
El malestar y el descontento aumentan entre los empleados de la SNCF. Este jueves 21 de noviembre, en el marco del movimiento de huelga nacional, lanzado por la CGT, los ferrocarriles UNSA, Sud Rail, los ferroviarios de la CFDT y, en Béziers, los ferroviarios de FO, entre el 40 y el 50% de los 400 ferroviarios de Béziers se movilizaron. . Lo suficiente como para perturbar el tráfico ferroviario en el departamento, o incluso en Languedoc-Rosellón, donde el 91% de los maquinistas estaban en huelga.
El movimiento podría endurecerse a partir del 11 de diciembre
En Béziers, los huelguistas se reunieron en asamblea general a media mañana, cerca de los talleres de la SNCF. Hicieron balance de un movimiento que podría endurecerse a partir del 11 de diciembre: “La huelga de hoy es una especie de ultimátum, asegura Olivier Falzon, secretario general del sindicato de trabajadores ferroviarios CGT de Béziers. Si antes del 11 de diciembre, el gobierno y la dirección de la SNCF no responden a nuestras demandas, lanzaremos otra huelga que será renovable”.
Salvaguardar el transporte ferroviario
La primera exigencia se refiere al futuro del transporte ferroviario de mercancías de SNCF: “La El gobierno está a favor de la carretera.aseguró Olivier Falzón. El número de camiones en la carretera sigue aumentando. Sin embargo, no debemos olvidar que el principal transportista por carretera es la SNCF. Liquidar el transporte de mercancías supondría también reclasificar a 500 trabajadores ferroviarios. Nuestras exigencias también se refieren a la fidelidad del tráfico de pasajeros. Debemos detener el proceso de privatización y de apertura a la competencia”.
Los huelguistas también exigen una modernización de la red: “Por ejemplo, la línea Béziers-Millau-Neussargue sufre una falta de inversión, la red está envejeciendo. El gobierno anuncia un ahorro de 187 millones de euros. Esto repercutirá en la compra de equipos y en el mantenimiento de las vías.”
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