Max y Jérôme son dos hermanos completamente opuestos.. Como adultos, arrastran tras de sí el peso de una relación conflictiva marcada por un odio tenaz, profundamente arraigado en heridas no cicatrizadas. Max, el mayor (Patrick Timsit), percibido como el “fracaso” de la familia, nunca ha logrado emanciparse de los ojos de los demás ni de sus propios fracasos. Jérôme, el más joven, (François-Xavier Demaison) es todo lo contrario: brillante, consumado.encarna el éxito que Max nunca logró.
Este frágil equilibrio, construido sobre años de resentimiento y cosas no dichas, se hará añicos durante una cena familiar. Jérôme, desesperado, se ve obligado a pedirle a Max una ayuda esencial, alterando la jerarquía implícita que regía su relación. Esta petición actúa como un detonante: entre los dos hermanos brotan los reproches, estallan las frustraciones y viejos rencores resurgen con violencia contenida.
La escena se desarrolla en un comedor bajo la mirada impotente de los padres, interpretados por Claire Nadeau y Michel Jonasz. magistrales en sus torpes intentos de aliviar las tensiones. Por turnos conciliador, angustiado y abrumado, se esfuerzan por mantener una fachada de unidad familiar que se está resquebrajando inexorablemente.
humor negro
Samuel Benchetrit capta con precisión la dinámica explosiva de las relaciones familiareseste terreno fértil de pasiones crudas y heridas irreparables. A través de diálogos incisivosexplora esta paradoja en la que el amor también puede convertirse en un arma destructiva.
La pieza se asienta suavemente, casi inocentemente, en un ritmo que parece inofensivo, antes de de repente caer en una feroz confrontación… El humor, a menudo negro, sirve de alivio..
Entre la rabia y la ternura
Timsit y Demaison encarnan con una sinceridad cautivadora a estos dos hermanos atrapados en las garras de su pasado. comunes y sus expectativas contradictorias. Su Los intercambios oscilan entre la rabia y la ternura. reprimidos, dibujando una hermandad terriblemente humana, donde cada uno se reconocerá a través de una palabra, una situación, una emoción.
La tormenta finalmente amaina, pero no sin dejar tras de sí fragmentos de verdad y juegos crudos. Si la conclusión parece algo esperada, De ninguna manera disminuye el poder catártico de esta historia. Entre la violencia de los rencores y la delicadeza de los momentos suspendidos, esta pieza ofrece un espejo sincero y conmovedor de los vínculos familiares, con una emoción que siempre encuentra su camino hacia el corazón.
Teatro Edouard-VII
“La Famille”, hasta el 5 de enero, precios de las entradas de 10 a 98 euros.
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