El lanzamiento, programado para aproximadamente las 5 pm ET (4 pm CT), sería la sexta prueba de vuelo del enorme cohete Starship, que mide casi 400 pies de altura. El mes pasado, el propulsor completó su quinta prueba de vuelo con un espectacular atrapamiento en los brazos de la torre de lanzamiento de la compañía.
SpaceX es un importante contratista gubernamental, con 3.800 millones de dólares en contratos con agencias federales este año, según datos del gobierno, y después de que Musk ayudó a impulsar a Trump a un segundo mandato en la Casa Blanca, la compañía ha ganado un valioso apoyo político.
El cohete está siendo diseñado para llevar a cabo misiones a la Luna y eventualmente a Marte, y ha ido superando constantemente nuevos hitos en una serie de lanzamientos durante el año pasado.
La decisión de Trump de ver la prueba en persona es una señal de cuán estrechamente han estado trabajando juntos él y Musk en las dos semanas desde el regreso electoral de Trump. Musk ha estado con Trump casi a diario, no sólo en el resort Mar-a-Lago de Trump sino también en Nueva York durante el fin de semana en el campeonato de UFC.
Musk también codirige una comisión sobre eficiencia gubernamental para Trump.
Trump es un converso relativamente reciente al valor potencial de los servicios de SpaceX. Después de burlarse de los “cohetes a ninguna parte” de Musk en 2022, Trump en sus discursos de este año ha expresado con frecuencia asombro por la capacidad de la compañía para aterrizar cohetes con precisión, y ha dicho que quiere que Estados Unidos envíe un cohete a Marte durante su administración.
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