¿Podría haber agua en el gas? Desde la partida de Isabelle, Gilles y Marie han iniciado un hermoso y tierno romance. Besos apasionados y primero “noche de peluche”la pareja realmente está en la nube nueve. Sin embargo, la situación ha cambiado algo. Las primeras emociones dejaron lugar a muchas dudas en la mente de Gillou. Antes de encontrar a su novia, a 850 kilómetros de casa, el amigo de Renaud se preguntaba sobre la continuación de su relación a distancia. “Cuando nos fuimos, nos llamábamos todos los días. Excepto que hubo 2 o 3 días en los que me comuniqué menos”.reveló por primera vez en el nuevo episodio de El amor está en el prado transmitido este lunes 18 de noviembre por M6. Intercambios, menos frecuentes, que enojaron un poco a Marie. “Lo llamé una noche y me dijo: ‘No podré llamarte, te enviaré un mensaje de texto’. Y la noche siguiente, lo mismo, lejano. Le dije: ‘¿Cómo estás? Me preocupa tu silencio’. Y luego me llamó”.
Durante esa llamada telefónica, el agricultor jubilado expresó su preocupación. “Le dije que nuestra relación iba a ser muy complicada porque la distancia es un gran problema para mí”.explicó. Y para agregar: “El problema es el viaje (…) Para un fin de semana es imposible”. Una confesión que molestó mucho a Marie: “¡Los kilómetros no dan miedo! Cuando lo desees y sepas que va a ser bueno, puedes hacerlo”. A partir de entonces, el hombre de sesenta años fue “un poco de frio”, “triste” y “decepcionado” de la actitud de los sarthois. “¡Me molestó! Yo estaba como, ‘Espera, ¿quién se cree que es este tipo?’” Unos minutos antes de su reencuentro, Gilles y Marie parecen tensos.
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Gilles y Marie (El amor está en el prado): tiernos reencuentros y aclaraciones
Sin embargo, tan pronto como los tortolitos se juntaron, su desacuerdo se disipó. Conmovida por el imponente ramo de rosas rojas ofrecido por Gilles, Marie le agradeció con un tierno beso. “Cuando lo veo venir, me derrito, me licuo”admitió frente a las cámaras. Antes de hacer una pequeña aclaración: “Me molesta porque me gustaría tener un poco más de autocontrol y quitármelo de encima. ¡Pero no puedo, me sienta demasiado bien! ¿Qué pasa con el padre de familia? “Me siento bien con esta mujercita pero la distancia sigue siendo un gran problema”insistió.
De la mano durante un paseo, los dos amantes parecen volver a estar perfectamente enamorados. Sin embargo, consciente de que la distancia es un inconveniente, Marie decidió pisar fuerte. “¿Podrías planear y venir a mi casa?” ella le preguntó. A lo que Gilles respondió: “¡Ocasionalmente, no definitivamente!” Lo que ella tampoco quiere hacer: “Tengo que hacer un esfuerzo, hay que hacer un esfuerzo. Hay que pensarlo bien porque cuando están lejos el uno del otro es difícil”le dijo ella. ¿Conseguirá la joven pareja superar este problema? La respuesta, durante la evaluación final.
Créditos de las fotos: captura de pantalla El amor está en el prado – M6