De esta forma, el técnico ítalo-alemán poco a poco fue perdiendo pista, perdió crédito. Y sufrió los acontecimientos. Heridas diplomáticas (o no), renuncias aceptadas, todo esto ha conducido a la situación actual. Con la bendición de la federación y una dirección técnica que lo habrá permitido.
Para enfrentar a Israel estaban disponibles 19 jugadores, incluidos 3 porteros… es sorprendente. Seguimos siendo Bélgica, la sexta nación del mundo (pero ¿por cuánto tiempo más?). Y todo esto se parecía mucho al amateurismo.
No abrumemos al equipo experimental formado ayer. Este equipo no pudo simplemente agitar una varita mágica y darnos un sueño. No, no culpemos… pero aprendamos de estos errores. Porque es toda esta liga de naciones la que ha sido mal administrada. Es el conjunto el que habrá perdido su equilibrio. No es demasiado tarde para afrontar los desafíos del mañana. Pero esto requerirá un nuevo impulso. Y será necesaria una transición real, sin desairar a los mayores que deben ser parte del proceso de reconquista. Carrasco, Witsel, Vanaken y por que no Batshuayi, benteke…el tratamiento juvenil ha mostrado sus límites. En definitiva, la nueva dirección técnica tiene trabajo que hacer y para Vicente Mannert Ya ha llegado el momento de las grandes decisiones.
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