Aunque es uno de los jugadores más exitosos del Real Madrid, Vinicius Jr está teniendo muchas dificultades para brillar con su país.
Poco más de dos semanas después de que el Real Madrid boicoteara la ceremonia del Balón de Oro tras descubrir que el gran favorito Vinicius Jr no había ganado el premio, ahora sabemos que la carrera por este premio estaba extremadamente reñida. Rodri ganó por sólo 41 puntos, lo que, dado que los puntos se otorgan mediante el confuso sistema de votación de France Football, es lo más igualado que existe. Ahora parece aún más ridículo que los blancos se hayan retirado de la mayor entrega de premios del fútbol por un margen tan estrecho.
Pero quizás haya una lección que aprender del segundo puesto de Vinicius. Fue una decisión extremadamente reñida y nunca sabremos exactamente qué hizo que los votantes se inclinaran por Rodri en lugar de Vinicius. Pero se podría suponer que el éxito de España en la Eurocopa 2024 jugó un papel bastante importante. Rodri fue nombrado Jugador del Torneo cuando La Roja triunfó en Alemania, transportando sin problemas su forma imperial del azul de Manchester al rojo de España.
El verano de Vinicius, por su parte, no fue tan bien. Ha habido periodos de la temporada -ciertamente los últimos meses- en los que se podría argumentar que las actuaciones de su club fueron mejores que las de Rodri. Pero finalmente decepcionó por su mediocre actuación con Brasil, que culminó con su suspensión cuando la Seleção quedó eliminada de la Copa América en cuartos de final.
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Esto no es nada nuevo para Vinicius. Lleva cinco años jugando con Brasil y ha sido titular habitual durante tres años, con 35 partidos internacionales a su nombre. Durante este período, sólo encontró la red cinco veces. Un récord sorprendentemente pobre para un jugador de su calidad.
Por lo tanto, brillar con Brasil no sólo fue el ingrediente que faltaba en la candidatura de Vinicius al Balón de Oro, sino que sigue siendo el máximo desafío de su carrera futbolística. Le quedan poco más de 18 meses para encontrar soluciones en el escenario internacional; de lo contrario, cuando el mundo mire hacia 2026, podría experimentar una mayor vergüenza en el escenario global.
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