La ex embajadora de las Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo el miércoles que el presidente electo Trump sabía que ella no quería formar parte de su segunda administración cuando anunció públicamente durante el fin de semana que no le ofrecería un trabajo.
“No invitaré a la ex embajadora Nikki Haley ni al ex secretario de Estado Mike Pompeo a unirse a la administración Trump, que actualmente está en formación”, escribió Trump el sábado en Truth Social. “Disfruté y aprecié mucho trabajar con ellos anteriormente y me gustaría agradecerles por su servicio a nuestro país. ¡HAGAMOS A ESTADOS UNIDOS GRANDE OTRA VEZ!”
Haley restó importancia al desaire de Trump durante su programa de SiriusXM, “Nikki Haley Live”.
“No tenía ningún interés en estar en su gabinete. Él lo sabía”, dijo, y luego agregó: “Les dejé claro a todos que no estaba interesada en la administración”.
Haley dijo que su esposo y su hijo “estaban molestos” por la publicación de Trump y le preguntaron por qué no respondió públicamente que no estaba interesada en un puesto. En cambio, respondió a la publicación deseándole lo mejor al presidente electo.
“Y la verdad es que sé el juego que estaba jugando. No necesito jugar ese juego”, explicó Haley en su programa. “Pero lo más importante es que tenemos que mirar el panorama más amplio. Es hora de seguir adelante”.
“El pueblo estadounidense ha hablado y hablado muy alto y, en este momento, deberíamos rezar para que al presidente Trump le vaya bien. Deberíamos orar para que a todos los que él nombre les vaya bien”, continuó. “Deberíamos esperar, por el bien de nuestros hijos y de las generaciones venideras, que todo esto siga adelante”.
Añadió que la publicación estaba en consonancia con el carácter de Trump.
“¿Me lo tomo como algo personal? No. Eso es lo que él es”, dijo Haley. “A veces puede ser superficial y creo que lo demostró. Pero no tengo por qué ser superficial. Y al final del día, me siento muy cómodo con el lugar donde estoy y con lo que pasó”.
Haley sirvió en la primera administración Trump y luego se enfrentó al presidente electo en lo que se convirtió en un amargo enfrentamiento en las primarias republicanas de 2024, en el que Haley sobrevivió a todos los rivales. Finalmente se retiró de la carrera, despejando el camino para que Trump consiguiera la nominación republicana.
El ex embajador de la ONU le respaldó meses después. Sin embargo, no se retractó de ninguna de sus críticas públicas hacia él, sino que se apoyó en el argumento de que “Trump es claramente la mejor opción”.
Haley, en su programa del miércoles, describió un par de momentos en los que dejó claro al círculo íntimo de Trump que no estaba interesada en un puesto en la Casa Blanca.
Dijo que ella y su esposo fueron visitados en Carolina del Sur por el confidente cercano de Trump, Steve Witkoff, quien “básicamente quería una tregua entre Donald Trump y yo”.
“Y le dije en ese momento que no hacía falta ninguna tregua”, dijo Haley, “que Trump tenía mi apoyo, que no había ningún problema por mi parte. Y en ese momento él dijo: ‘¿Qué quieres? Dime lo que quieres. ¿Hay algo que quieras? Y dije: ‘No hay nada que quiera’. Y no había nada que yo quisiera”.
Recordó otro momento hace varias semanas, cuando el copresidente de transición de Trump, Howard Lutnick, preguntó “si conocía a personas que serían buenas en el gabinete, si había alguna idea”.
Haley dijo que dio un par de sugerencias: “Pero yo no pedí nada por mí”.
“Lo que dije es que creo que es realmente importante que Trump se rodee de personas que le digan la verdad”, añadió. “Y yo, ya sabes, mencioné a alguien que pensé que sería bueno para secretario de Comercio y mencioné que pensaba que el embajador de la ONU debería ser elegido por el gabinete”.
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