Este miércoles 13 de noviembre, el Congreso de Estados Unidos celebró una nueva audiencia en el edificio de oficinas de Rayburn House en Washington, titulada “Fenómenos anómalos no identificados: revelando la verdad”. Esta reunión refleja una evolución en el enfoque oficial hacia los ovnis, ahora oficialmente llamados fenómenos anómalos no identificados (UAP). La audiencia, marcada por testimonios de ex militares, funcionarios gubernamentales y denunciantes bien informados, insistió en la necesidad de levantar el velo sobre estos misteriosos fenómenos y adoptar una política más transparente. Uno de ellos lo confirma: “no estamos solos en el cosmos.
Un tema todavía tabú pero con enormes riesgos
Desde hace varios años, los UAP u OVNIs han vuelto al centro de las preocupaciones de los funcionarios electos estadounidenses. En mayo de 2022, el Congreso de Estados Unidos celebró su primera audiencia pública sobre el tema en décadas, tras imágenes recientes captadas por pilotos, algunas de las cuales fueron publicadas en 2017 por el New York Times.
Hace dos años, el Pentágono también estableció la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO), una entidad dedicada a recopilar datos sobre UAP. Sin embargo, funcionarios electos como la representante Nancy Mace (Carolina del Sur) han expresado dudas sobre la transparencia de esta agencia. Un informe de este último publicado hace unos meses había frustrado a muchas partes interesadas y testigos, argumentando que muchos de los avistamientos reportados probablemente eran sólo drones de vigilancia, la mayoría de ellos chinos. Otros serían simplemente basura en el aire, como los globos meteorológicos.
En este contexto, el Congreso estadounidense decidió realizar una segunda audiencia.
Testimonios de denunciantes con perfiles de prestigio
Uno de los aspectos más llamativos de esta audiencia fue la credibilidad de los testigos llamados a compartir sus experiencias y conocimientos sobre fenómenos anómalos no identificados (FAU).
Entre ellos, Luis Elizondoun ex agente de contrainteligencia del Pentágono, afirmó que el gobierno de Estados Unidos no sólo recopiló información sobre tecnologías no humanas, sino que también llevó a cabo programas secretos destinados a ovnis de ingeniería inversa recuperado. Elizondo, una figura destacada en el debate público sobre los OVNIs, reveló que estas tecnologías, si realmente fueran de origen extraterrestre, superarían con creces las de cualquier nación conocida, sugiriendo incluso que algunos de estos OVNIs parecen capaces de maniobrar de tal manera que desafiar nuestras leyes físicas actuales.
Aún así, según Elizondo, el excesivo secretismo mantenido en torno a estas cuestiones también habría “ condujo a graves fechorías contra funcionarios leales, personal militar y el público, todo para ocultar el hecho de que no estamos solos en el cosmos. »
Sin embargo, Elizondo evitó proporcionar detalles sensibles debido a limitaciones de seguridad nacional, enfatizando que el secretismo que rodea a estos proyectos perjudica la seguridad pública y la transparencia democrática.
Posible inteligencia no humana
Este ex agente de contrainteligencia no estaba solo en este enfoque. Contraalmirante Tim GallaudetEl exdirector retirado del Servicio Meteorológico y Oceánico de Estados Unidos (NOAA) también se pronunció a favor de una mayor transparencia. Según él, los PAN representan una toma de conciencia crucial para la humanidad: « Probablemente no seamos la única inteligencia avanzada del universo. »
Gallaudet también destacó la posibilidad de que algunos de estos PAN estén controlados por un inteligencia no humana (INH), un concepto que va más allá de simples dispositivos experimentales. En su testimonio insistió en la necesidad de desmitificar el fenómeno y considerarlo como una gran cuestión científica y de seguridad. Para él, este reconocimiento de una “inteligencia no humana superior” debería alentar la colaboración internacional, porque los fenómenos observados podrían representar riesgos u oportunidades para toda la humanidad.
La demanda de un enfoque científico e interdisciplinario
Otro testigo, miguel oroex administrador asociado de la NASA, abogó por que la agencia espacial estadounidense ponga sus recursos científicos al servicio de la investigación de UAP. Gold explicó que la agencia tiene enormes archivos de datos espaciales que podrían contener pistas sobre estos fenómenos. Según él, sería crucial utilizar Algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático. para analizar estos datos masivos.
Gold también enfatizó la importancia de luchar contra el estigma que rodea la investigación sobre las UAP: “ La ciencia es nuestra mejor herramienta para desentrañar este misterio, pero la investigación no podrá llevarse a cabo si el estigma impide a los expertos profundizar seriamente en el tema. » El ex ejecutivo de la NASA sugirió que la agencia desarrolle instrumentos especializados y un equipo de investigación dedicado a los ovnis, con el fin de estudiar los fenómenos de manera rigurosa y pública.
La cuestión de la seguridad nacional y los intereses ocultos
La audiencia también destacó las implicaciones para la seguridad nacional que plantean los ovnis, particularmente cuando aparecen. cerca de instalaciones militares sensibles en los Estados Unidos. Varios funcionarios electos destacaron los riesgos potenciales si entidades desconocidas controlaran tecnologías capaces de evadir la vigilancia militar y maniobrar en espacio aéreo restringido.
En este contexto, el representante Jared Moskowitz (D-FL) preguntó a Luis Elizondo sobre una acuerdo de confidencialidad que supuestamente firmó, impidiéndole revelar al público detalles precisos sobre los programas militares estadounidenses destinados a recuperar y analizar ovnis.
Elizondo, aunque se mantuvo discreto sobre el contenido de este acuerdo, sugirió que las tecnologías y programas secretos vinculados a los UAP están protegidos por un nivel de confidencialidad tan alto que incluso escapar de la supervisión de funcionarios electos y agencias de supervisión. Al comparar la falta de transparencia en torno a estos ovnis con una posible falla de inteligencia de la magnitud de los ataques del 11 de septiembre, algunos representantes expresaron su preocupación de que estos fenómenos, si son explotados por potencias extranjeras, podrían representar una amenaza mucho mayor que cualquier cosa que el país haya experimentado en términos de de vulnerabilidad de seguridad.
El periodista de investigación. Michael Shellenberger También contribuyó a este aspecto de la audiencia al discutir un supuesto programa militar llamado “Constelación Inmaculada”. Según Shellenberger, este programa secreto se dedicaría a recopilar y almacenar informes militares y datos de sensores sobre UAP, sin que esta información sea compartida con autoridades civiles o incluso con ciertas ramas del gobierno. Aunque el Pentágono ha negado públicamente la existencia de este programa, Shellenberger recordó varios precedentes en los que el gobierno negó primero la información militar relacionada con los UAP antes de confirmarla más tarde.
¿Hacia una nueva era de transparencia?
La audiencia del 13 de noviembre representa, por tanto, una etapa adicional en el debate público en torno a los UAP, marcado por revelaciones y testimonios cada vez más precisos de figuras creíbles. Los funcionarios electos insistieron en el derecho del pueblo estadounidense a estar informado de los descubrimientos científicos y tecnológicos sobre estos fenómenos inexplicables. Además, se hizo hincapié en la importancia de un enfoque interdisciplinario, que involucre a la NASA, expertos en seguridad y el Congreso, para establecer una estrategia nacional OVNI, o NAP.
Al responsabilizar al gobierno y alentarlo a adoptar un enfoque científico más riguroso, el Congreso espera desmitificar un tema que todavía está ampliamente estigmatizado. Independientemente de que estos fenómenos sean de origen humano o no, plantean cuestiones cruciales sobre nuestra comprensión del universo, nuestra seguridad y la gestión ética de la información. Si bien los secretos continúan rondando alrededor de los UAP, la audiencia destacó claramente la necesidad de una mayor transparencia para tal vez algún día desentrañar los misterios de estos fenómenos anómalos no identificados.