El partido comienza con un equilibrio entre ambos equipos. Desde los primeros minutos, Senegal impuso un ritmo ofensivo, en particular con un córner lanzado en el minuto 24 por Idrissa Gana Gueye. Kalidou Koulibaly, con un potente cabezazo, desgraciadamente vio fallar su intento en la portería burkinesa. Los burkineses responden inmediatamente con un rápido contraataque, pero su atacante Youssoupha, tras controlar su pecho, dispara desviado.
A pesar del fuerte aliento de la afición senegalesa y de algunas acciones notables, en particular un tiro libre bien ejecutado por Gana Gueye en el minuto 43, los Étalons se mantuvieron sólidos en defensa. La primera parte acabó con empate sin goles, regresando ambos equipos al vestuario sin haber conseguido ponerse por delante.
Un segundo acto lleno de suspenso
La segunda parte comenzó con una salida en falso de los burkinabés, sorprendidos en posición de fuera de juego desde los primeros minutos. Pero Senegal reaccionó con una buena combinación entre Sadio Mané, Ismaïla Sarr y Gana Gueye, aunque la defensa burkinesa logró interrumpir esta prometedora acción. Los burkineses probaron suerte en el minuto 53 en un contraataque eficaz, pero el portero senegalés Edouard Mendy salvó a su equipo con una buena parada.
En el minuto 61, un tiro libre de Burkina Faso estuvo cerca de abrir el marcador al pegar en el poste, para gran alivio de los senegaleses. Los leones, por su parte, no se dieron por vencidos, Sadio Mané e Ismaïla Ndiaye intentaron sorprender al portero burkinés en el minuto 64.
El punto de inflexión del partido: Habib Diarra golpea fuerte
Mientras los minutos pasan y la tensión aumenta en las gradas, Habib Diarra, recién entrado en el partido, toma el control en el minuto 83. Con un disparo potente y bien colocado engaña al portero burkinés
Senegal